Este mismo año, concretada la reforma en el Poder Judicial de la Federación, estarían yéndose casi todos los magistrados del Tribunal Superior de Justicia. Al menos, trascendió, ya tendrían firmada su renuncia.

Al respecto, se ha señalado que encabezaría la fila de magistrados saliendo del Tribunal la presidenta, Lisbeth Jiménez Aguirre.

Será una gran sacudida de la que solo queda desear que sea para bien y en beneficio de los miles de veracruzanos que reclaman justicia en los juzgados y salas del Tribunal.

Para que suceda eso deberán ser propuestos (por la futura gobernadora Rocío Nahle y aprobados por los también futuros diputados locales) abogados con experiencia y buena fama. ¿Será así?

Por lo pronto, se asegura, no priva el mejor ánimo en el Tribunal Superior de Justicia. Se sabe que alguien se encargó de hacer firmar su renuncia a los magistrados y que la mayoría estampó su rúbrica.

Solo no lo habrían hecho, se afirma, los magistrados de mayor antigüedad.

Comentan en el PJ que el encargado de recolectar las firmas fue un exconsejero de la Judicatura y ahora magistrado, quien se dice está vinculado al aún diputado y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local (Jucopo), Juan Javier Gómez Cazarín.

¿La petición de aceptar la renuncia adelantada habría sido a petición de una instancia superior?, se comenta que no, que fue algo por cuenta propia para entregar esas firmas antes de que fueran solicitadas y ganarse la permanencia.

En el caso concreto de la presidenta del Tribunal Superior de Justicia y representante del Poder Judicial de Veracruz, Lisbeth Jiménez, se sabe que es mal vista por la próxima gobernadora Rocío Nahle. Y sería mal vista por los reportes que le han hecho llegar a la ya casi gobernadora.

Así las cosas, por lo que hace a la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, con reforma o sin reforma se habría ordenado su salida.

También es comentado que desean en la actual Legislatura ser los que aprueben la reforma judicial local, lo que no se estima sea concedido por la Gobernadora electa, pero también falta ver cómo finalmente se concretará la reforma en las cámaras de diputados y senadores, y si incluirá la elección de magistrados y jueces locales.

La federal saldría en agosto y la local podría ser demorada un tanto, para que sea detallada por los nuevos diputados, los de confianza de Nahle.

Hablando de los diputados de confianza de la próxima Gobernadora, es comidilla entre morenistas la situación de la legisladora electa Dorheny García, quien al iniciar la campaña de Rocío Nahle fue muy entusiasta y luego, conforme fue viendo su realidad, su ánimo decayó al grado de llegar a no mencionar a la candidata a gobernadora en sus promocionales.

Ahora, ya ambas electas, recientemente Nahle convocó a los que son de su confianza y formarán parte de la próxima Legislatura. Repartió tareas e hizo comentarios.

La diputada electa García no fue convocada e, indican fuentes de Morena, la reacción de quien ha crecido de la mano del gobernador Cuitláhuac García, fue de enojo y dejar de asistir totalmente a las reuniones de Rocío Nahle.