Algunos diputados de Morena en el Congreso local no se cansan de mostrar su ignorancia y abyección. Ahora resulta que, según el diputado Sergio Lenin Guzmán, la suerte de la Fiscal Verónica Hernández depende de la gobernadora electa Rocío Nahle.

El ínclito legislador no sólo quitó la facultad al Congreso de designar al Fiscal, sino que desapareció de un escupitajo la autonomía de la Fiscalía.

En un sonoro roznido dijo que la fiscal general debe ser «ratificada por la gobernadora electa Rocío Nahle García, ya que, si bien su periodo constitucional es por 9 años para permanecer en dicho órgano autónomo, requeriría del respaldo del Poder Ejecutivo, según el diputado morenista. “Corresponde a la Gobernadora electa definir la continuidad de la Fiscal General”, dijo en su desvarío.

«Si la ratifican o no, no es una situación del Legislativo”. ¡Pero válgame la rebuznancia!

¿Y en qué parte de la ley dice eso? Por supuesto que así sucede siempre, pero gobierno y Congreso –incluso este mismo- al menos cuidaban las formas para no violar la ley.

Si así fuera, bastaba con que Cuitláhuac no hubiera “ratificado” al ex fiscal Jorge Winckler. No hubieran tenido que perseguirlo y encarcelarlo, obligado a dejar el cargo para el que también había sido electo por nueve años.

Y el buen Lenin cerró con broche de oro. “No hay nada que reclamar a la Fiscal Verónica Hernández, pues es un hecho que ha dado resultados desde que ocupó el cargo de fiscal general en septiembre de 2019.”

O sea que si Rocío Nahle utiliza la facultad meta constitucional que ya le concedieron los diputados morenistas y decide darle las gracias a la fiscal, ¿estará cometiendo un acto de injusticia ante una funcionaria que “sólo ha dado resultados”?

Lo que quedó claro es que seguiremos teniendo un Congreso abyecto y una Fiscalía sometida a la voluntad de la Gobernadora.