Luego de 6 años de un gobierno de Morena en Veracruz, quien será la nueva gobernadora si desea echarle la culpa al pasado tendrá que incluir entre los responsables a su antecesor Cuitláhuac García.
Rocío Nahle vaya que tendrá retos, solo hay que ver cómo estamos en inseguridad, con malos servicios de salud y pésimas carreteras.
En su campaña prometió que pondrá de moda a Veracruz, pero con solo esos tres lastres tiene para que se le dificulte cumplir.
La policía veracruzana sigue siendo mala. Seis años no bastaron para mejorarla siquiera un poco.
Los abusos de los que ha sido señalada son constantes, fuertes y hasta reconocidos (una parte) por el Gobernador. Ni los xalapeños, por residir en la capital del Estado, se salvan de los abusos continuamente señalados mediante publicaciones en diversas fuentes.
Para empezar a enderezar esa área la próxima gobernadora tendría que enviar una propuesta a la Legislatura para regular lo relativo a la actuación de los operativos mediante grúas particulares y que le hagan caso los diputados no como a Cuitláhuac que dice que lo batearon.
Muchos veracruzanos y turistas han padecido los abusos de los policías, agentes de Tránsito, operadores de grúas y empleados de los corralones.
Es mucho el dinero obtenido por esos abusos y si luego de seis años la situación sigue igual o peor y no hay una ley que los controle, pues entonces eso dice todo sobre qué participación tiene la autoridad actual.
Que el Gobernador diga que le detuvieron su iniciativa de ley en la Legislatura mejor que mueva a risa, para evitar grandes corajes.
¿Y que la policía inició este gobierno (y así termina) con detenciones ilegales y que hubo múltiples denuncias sin ser atendidas?, pues sí, así fue.
Mejorar la preparación de miles de elementos ya es más complicado, pero no imposible, como lo fue para Cuitláhuac.
Las malas condiciones de hospitales y clínicas también han servido para que el gobierno le eche la culpa al pasado y no se brinde el buen servicio que demandan miles de veracruzanos afectados en su salud, como los niños con cáncer.
Y si se quiere poner de moda a Veracruz, pues no es asunto sencillo con el pésimo estado de las carreteras que hacen sufrir a diario a los jarochos y dañan la imagen turística de esta entidad federativa.
Un buen número de carreteras estatales están muy mal y las federales andan por lo mismo. Solo basta ver la que une a Xalapa con Veracruz.
Sí, es una vía federal, pero que el arreglo que se le hace solo sea con parches que se vuelven a convertir en hoyos al poco tiempo y no haya una reparación integral dice todo sobre la falta de capacidad para gestionar los recursos necesarios.
Así estamos en cuestiones de vialidad. Y ojalá que, con el cambio de gobierno, nos dicen lectores, se vaya quien construyó puentes como el de Las Trancas y la «adecuación» del bulevar que pasa por al lado del fraccionamiento La Pradera y se lleve al que ideó las rayas de los carriles que están muy bien… ¡para confundir! y hacer peligroso el paso por esas zonas.
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