La instrucción a todos los delegados de tránsito en el estado fue precisa: sólo podrán trabajar y remitir vehículos con las grúas y utilizar los corralones que les indiquen desde Xalapa, la mayor parte de ellas, empresas fantasmas vinculadas a la delincuencia organizada.

Así, los delegados de tránsito han multiplicado al infinito el número de remisiones a corralones que suelen ser flor de un día y que han generado millonarias ganancias al crimen organizado y a funcionarios del gobierno estatal, como fue el caso de dos corralones que operaron en la carretera a Coatepec, a la altura de los arenales.

Cientos de xalapeños fuimos víctimas de la extorsión y violencia verbal de las grúas. ¿Dónde quedaron? ¿Quién extendió los permisos? ¿Quiénes eran los dueños? ¿Qué vínculo tenían con los funcionarios de Seguridad Pública y Tránsito?

Seguramente todos lo sabían, menos el gobernador. La mafia de las grúas operó en sus narices.

Hace exactamente un año, la pus salió a borbotones cuando un corralón de Grúas Grumex en Ciudad Mendoza sufrió un incendio. En conferencia de prensa de este García Jiménez desmintió entonces que dicha empresa fuera propiedad del secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, luego de que algunos medios así lo difundieron.

Cuitláhuac detalló que su gobierno sospechaba que en los corralones de Grúas Grumex se guardaban autos usados para cometer delitos en Veracruz y que esa habría sido la razón del incendio. Aseguró que la Fiscalía General del Estado (FGE) mantiene “dos, tres” investigaciones al respecto. Hasta ahora, nada.

Acusó que fue empresa «estrella» en el gobierno de Javier Duarte, pero resulta que, por esos hechos, nadie fue detenido. Que, en los cinco años de gobierno, las grúas siguieron operando sin que nadie los molestara, por el contrario…

Todos sabían que el vehículo particular que llegara al corralón estaba prácticamente perdido. Tan sólo el arrastre y el depósito por algunos días solía costar entre 30 y 50 mil pesos. Quien no pagara o perdía el vehículo o estaba en riesgo de la venganza de los gruyeros.

Nunca se aclaró el origen y el móvil del incendio y, por supuesto, de los responsables nunca más se supo nada, como Camelia la texana. El gobierno jamás intervino y las investigaciones quedaron como meras ocurrencias del mandatario.

Pero la cosa se puso peor. Apenas el 8 de abril pasado, el gobierno estatal anunció el relevo en la Dirección Estatal de Tránsito, cuya titularidad quedó a cargo del capitán Manuel Salvador Palma Valdovinos.

El anuncio del gobierno del estado olvidó sus antecedentes y sólo justificó que “tales movimientos obedecen a un ajuste en el esquema de seguridad y son resultado del trabajo coordinado al interior de la Secretaría de Seguridad Pública, principalmente al momento de trabajar en beneficio de la paz y tranquilidad de las familias veracruzanas”.

Bueno, pues resulta que ha pasado todo lo contrario. Desde la llegada del personaje, la Dirección de Tránsito de convirtió en una enorme cueva de corrupción –una más de este gobierno que agoniza-, amarrando el gran negocio de las grúas. Hoy, los delegados que envían vehículos a un corralón diferente al indicado, suelen perder la chamba de inmediato.

¿De cuántos millones al mes era el negocio que el gobierno cultivó con esmero?

La herencia maldita a Rocío Nahle

Las grúas son uno de los negocios más lucrativos de este gobierno. Tanto, que la nueva Ley de tránsito nunca pudo salir del gobierno y ahora pretenden heredarla a la próxima gobernadora Rocío Nahle, quien tendrá que dar solución a este lucrativo negocio al margen de la Ley.

En medio de la brutal corrupción que existe en todo el estado, Cuitláhuac anunció que volverá a enviar al Congreso la iniciativa de Ley y reglamento de Tránsito del Estado al Congreso de Veracruz, para intentar regular el servicio de grúas en la entidad.

Con el reglamento se pretendía, ante la brutal corrupción y queja ciudadana, regular el costo y servicio de las grúas en la entidad, con la intención de evitar un abuso en el cobro de parte de los permisionarios, desde esa fecha, se informó que ese mismo mes se publicaría un nuevo reglamento; sin embargo, no se ha hecho, dejando en ello un halo de corrupción, contubernio, temor o ineptitud.

En su anuncio de ayer, Cuitláhuac justificó que «la metí hace meses, ya lo había comentado, la puse en el Congreso, nada más que se tardaron y la retiré, no quiero que se quede ahí estancada, la voy a volver a enviar y le voy a hacer tres correcciones para que sea diferentes».

¿Por qué no prosperó? ¿Por qué la mayoría de Morena en el Congreso no quiso aprobar la ley y el Reglamento? ¿Qué intereses estaban tocando? ¿A quién perjudicaba la nueva norma? ¿Quién convenció a Cuitláhuac de retirarla? ¿A cambio de qué? Todas son preguntas sin respuestas.

Lo cierto es que, en el último tramo del gobierno, Cuitláhuac y sus secuaces pretender dejar una bomba de tiempo a la nueva gobernadora. Si hubieran querido meter orden, lo hubieran hecho desde el inicio, desde que supieron “de los negocios que hizo la administración anterior”.

Las grúas y los corralones resultaron ser los mismos chiqueros, sólo cambiaron de marranos. Las mafias dentro del gobierno gozan de cabal salud.

La carnicería que recibirá Rocío Nahle

Ya como gobernador electo, Cuitláhuac García –a imagen y semejanza de su creados- aseguró a Ciro Gómez Leyva, el periodista más odiado del morenismo, que resolvería el grave problema de seguridad en Veracruz en sólo seis meses.

Pero resulta que le dejará a la próxima gobernadora una verdadera carnicería, con más de cinco mil homicidios dolosos y los primeros lugares nacionales en feminicidios, extorsión y masacres múltiples.

Basta ver lo que ha sucedidos en las últimas semanas para entender la dimensión de la crisis de seguridad que augura un reacomodo de grupos del crimen organizado:

Este domingo 14, dos personas fueron asesinadas a balazos cuando se encontraban en un domicilio particular en el sur del estado de Veracruz; entre las víctimas se encontraba el pastor de una iglesia cristiana.

El martes 16, 3 hombres fueron asesinados a disparos en una tienda de conveniencia en la colonia Azteca en el municipio de Tuxpan, Veracruz.

El miércoles 17, el cadáver de un joven fue hallado tirado a un costado del tramo carretero que va a La Bocana, en el poblado Paso de la Milpa, del municipio de Actopan; la víctima presentaba impactos de bala, de acuerdo con testigos.

Eso tan sólo en esta semana. ¿Qué pensará Rocío Nahle de la carnicería que le dejarán a partir de diciembre?

Año de Hidalgo también en el Registro Civil

El año de Hidalgo está a todo lo que da. Resulta que el recién nombrado titular del registro Civil en el estado, Manuel Arturo Domínguez Galván, quien ya había ocupado ese cargo, salió bueno para el billete.

Con el pretexto de financiar actividades oficiales, está exigiendo 2500 pesos a cada encargado del Registro Civil de los Ayuntamientos. Con esto serían más de 5 mil en los últimos dos meses, es decir, más de un millón de pesos que van a parar a sus bolsillos.

El modus operandi todos los conocen. Aprietan a los encargados de hacer la aportación “voluntaria”, esta se deposita en las cuentas personales de los encargados regionales y de ahí sale a las cuentas particulares del titular del Registro Civil. Nunca pasa por las arcas del estado.

Las fichas de depósito pululan por si alguien duda de las quejas de decenas de encargados de Registro Civil. ¡¡Vivillo el chamaquillo!!

La ratonera

Toc, toc. ¿Hay alguien ahí, en las oficinas del PRI y el PAN? ¿O siguen lloriqueando la derrota? Los dirigentes estatales harían bien en disculparse e irse.