Quedará para la historia la forma en que un puñado de priistas danzaban eufóricos en torno al ataúd del partido.
Este domingo, el PRI acudió a su propio funeral, en el que pusieron la historia de la organización política más importante y longeva del país a los pies de los intereses perversos de un obscuro personaje llamado “Alito”.
Alejandro Moreno Cárdenas pasará a la historia como el peor presidente del Partido Revolucionario Institucional y, paradójicamente, el que más tiempo se mantuvo en la dirigencia nacional.
En la Asamblea Nacional de ayer domingo, tuvieron el cinismo de ondear el obituario de Luis Donaldo Colosio para invocar un mínimo de credibilidad de la horda de delincuentes que se han apoderado del partido.
Colosio, el frustrado aspirante a la presidencia, fue el primero que impulsó la democracia interna e impuso la consulta a las bases como forma de elegir a sus dirigentes y candidatos. Hoy sería el primero en oponerse al despojo criminal del corruptazo de Alejandro Moreno. Han puesto el ataúd del PRI junto al suyo.
Pero todo esto fue posible gracias al servilismo y conveniencia de miles de priistas que buscaron sobrevivir concediendo a Alito el poder absoluto. Los viejos liderazgos que hoy lamentan la traición, fueron los primeros en someterse ante el campechano para mantener impunidad y privilegios.
La tímida revuelta encabezada por los exdirigentes del histórico partido como Dulce María Sauri, Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes Rangel, Enrique Ochoa, Pedro Joaquín Coldwell, José Antonio González, entre muchos otros, nada pudo hacer ante un partido secuestrado desde hace varios años por Alito, quien llegó a la dirigencia del partido impuesto por… ¡López Obrador!
Los viejos y poderosos priistas como el excandidato presidencial Francisco Labastida y el exsecretario de Turismo, Enrique de la Madrid; los exgobernadores José Natividad González, de Nuevo León; José Reyes Baeza, de Chihuahua; Arturo Montiel del Estado de México o José Antonio González Curi, de Campeche, además de los exdirigentes estatales y exintegrantes del Comité Ejecutivo Nacional que alzaron la voz ante el inminente atraco de Alito, confirmaron que ya sólo son gigantes de papel que en nada influyen en la militancia y la sociedad.
Hoy Alejandro Moreno puede hacer del PRI lo que le venga en gana: presidir el CEN sin ningún control ni contrapesos, designar a todos los candidatos en el país, incluso al más humilde regidor; nombrar a los coordinadores parlamentarios en el Senado, la Cámara de Diputados o los Congresos locales; designar con el dedo a los dirigentes estatales del PRI y, si le viene en gana, vender literalmente al partido y sus bienes sin tener que pedirle permiso absolutamente a nadie.
El PRI ha dado un salto al pasado de más 70 años. Como en la Ley de Herodes, Alito ha emulado a Juan Vargas al arrancar una hoja de los estatutos y modificarlos para poderse elegir el tiempo que sea necesario. “Uno nunca sabe”, como diría el fallido presidente municipal de San Pedro de los Saguaros.
La realidad superó por mucho a la ficción. El PRI desaparecerá irremediablemente. Mientras su eterno dirigente, enriquecido hasta la saciedad, gozará de absoluta impunidad, sin importar quien gobierne al país.
Hoy los priistas tienen al dirigente que se merecen.
Y Marko Cortés desconoce a
los únicos presidentes panistas
Pero los panistas tampoco cantan mal las rancheras. Resulta que, en la trifulca de las tribus azules, Marko Cortés se aferra a continuar en la dirigencia, acusando de los dos únicos presidentes de la República que ha tenido el PAN, Vicente Fox y Felipe Calderón, de ser quienes iniciaron la debacle del blanquiazul.
Resulta que Cortés actúa, como lo han hecho Alito y Jesús Zambrano, como los esquiroles del presidente López Obrador, hasta llevar a sus partidos hasta la extinción.
Los panistas reconocen que, aunque en este proceso electoral no obtuvieron los resultados que esperaban, sí resistieron a una elección de Estado y lograron una votación similar a la de 2018.
“Por supuesto que reconocemos que en el 2024 no obtuvimos los resultados por los que trabajamos los panistas, pero que finalmente logramos resistir a la peor regresión autoritaria y populista de nuestro país, alcanzando una votación muy parecida a la obtenida en el 2018”.
Pero las grietas en el PAN empiezan a fracturar la casa. El excandidato a la jefatura de gobierno, Santiago Taboada, ya se alineó con Jorge Romero para encabezar la dirigencia del PAN. Al igual que el resto de los partidos, en el PAN se vive un proceso de renovación, en el que Jorge Romero, actual coordinador de la bancada albiazul en la Cámara de Diputados, se perfila como favorito para presidir al partido.
López Obrador hizo lo que nadie en la historia de México. No sólo unificó a todas las fuerzas y partidos políticos en su contra, sino que los venció prácticamente caminando, con la más alta votación jamás registrada. Hoy disfruta de ver a las hienas de los partidos de oposición como se disputan la escasa carroña que les queda.
Desaparición de la Fuerza Civil, otra ocurrencia del gobernador mitómano
Pues resulta que siempre no. Que el anuncio de la desaparición de la Fuerza Civil no fue más que otro dislate, otra de las vergonzosas ocurrencias del gobernador Cuitláhuac García para salir al paso de la crisis provocada por el asesinato de dos campesinos en la comunidad de Totalco hace un par de semanas.
En su frenético y constante desvarío, Cuitláhuac García anunció que la Fuerza Civil iba a desaparecer como consecuencia de la infinidad de denuncias por los abusos de sus elementos, conductas reconocidas, pero nunca castigadas por un gobernador ignorante de las leyes y el gobierno.
Hasta ahora, más allá del exabrupto matutino de un gobernador mitómano, no ha habido una sola acción para concretar la desaparición de la Fuerza Civil. Nunca se presentó una iniciativa al Congreso local, nunca se dispuso de una nueva estructura en la Secretaría de Seguridad Pública para fusionar a la corporación; tampoco se destinaron recursos económicos y jurídicos para iniciar este proceso.
Lo que sí ha habido es perdón y olvido de todos los abusos policiacos denunciados y nunca investigados.
De hecho, la Fuerza Civil continúa actuando como si nada hubiera pasado. Sus elementos recorren las calles con el mismo uniforme y con los mismos protocolos de abuso de la fuerza pública. Sin recato, el propio gobierno presume de detenciones de delincuentes por parte de una corporación que se supone desaparecida.
¿Qué fue lo que pasó en realidad? ¿Acaso la ocurrencia de la desaparición no fue consultada con la gobernadora electa? ¿nadie le explicó al gobernador que desaparecer una institución no era lo mismo que despedir a una persona? ¿su anuncio lo hizo desde la ignorancia del costo económico, los derechos laborales y el proceso jurídico que implicaba la medida?
Lo cierto es que después de su mal chiste, al Gobernador se le ocurrió uno peor: dar un reconocimiento al Secretario de Seguridad Pública por el “humanismo” con que la Secretaría cumple sus objetivos. Si son tan chingones, ¿entonces para qué anuncia que los va a desaparecer”.
La Fuerza Civil, al menos por el momento, no va a desaparecer. La ignorancia del mandatario sólo es comparable a la crisis de seguridad que vive Veracruz, donde lo mismo pueden incendiar comercios en Coatzacoalcos, que dinamitar un vehículo en Cazones o realizar un robo múltiple en las autopistas.
Pero eso no importa, para Cuitláhuac García somos un ejemplo a seguir.
“Ya me chingaron”, dice el Carón emulando a Noroña
Pues en efecto, ya se chingaron al Carón. Así que ya puede ir al mismo departamento de quejas que Fernández Noroña para acusarlos de que se “lo chingaron”; con lo mamón que es, lo más que va a lograr en el próximo gobierno es una quincena e impunidad. Y eso quien sabe…
Llama a la ternura la forma en que los voceros y amanuenses del diputado Gómez Cazarín, intentan magnificar el cargo de “delegado” de Gobernación, con el que pretenden “premiarlo” cuando termine la actual Legislatura.
La Oficina de Representación como en realidad se llama esa dependencia, está tan jodida que no tienen ni para viáticos o gasolina. Por supuesto, no habrá espacio siquiera para ninguno de los que hoy aseguran que se convertirá en el nuevo “súper delegado”, como en su momento lo fue Manuel Huerta.
Por cierto, el propio Huerta, ha dicho, con una exquisita ironía, que “es muy importante, muy poderoso ese cargo, un compañero como Cazarín va estar a la altura de lo que Veracruz reclama…”, mientras por dentro se destornillaba de risa.
En un libelo digno de una felación de película XXX, se ha dicho que “Juan Javier Gómez Cazarín ha demostrado ser un diputado ejemplar, ganándose el apoyo y la admiración de la ciudadanía a lo largo y ancho del estado de Veracruz. Su gestión como Presidente de la Junta de Coordinación Política ha sido marcada por su compromiso y eficacia, consolidándolo como un excelente operador político.” Ajá.
Lo que no les han dicho a los ingenuos aplaudidores del Carón es que Claudia Sheinbaum ha dicho que va a revisar la estructura de las Oficinas de Representación para desaparecer a sus titulares y quedarse sólo con el personal operativo.
Lo que antes eran oficinas reservadas para políticos de alto pedorraje, hoy se han convertido en escritorios de poca monta, con excepción de la delegación de los programas federales.
¡Ah que Carón tan mamón!
La ratonera
En cuanto a violencia, los veracruzanos nunca terminaremos de ver lo peor. El atentado en contra de la hija del alcalde de Cazones se realizó al más puro estilo de los terroristas de ETA, algo pocas veces visto en el país. Lo “normal” ha sido la ejecución de mansalva de los sicarios; la explosión del vehículo habla de una violencia inimaginable.
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