Ese día había tenido una discusión con mi hija. Ya desde una semana antes habíamos quedado de ir a tomar un café ese martes por la tarde, pero esa mañana algo se produjo que discutimos y nos pusimos tristes. Más tarde le pregunté si todavía quería salir y vernos en la noche, me contestó que sí. Le dije que en “Jaco Jazz” había una obra de teatro y que la invitaba. No sabíamos de qué trataba. No sabíamos nada de la obra. Simplemente era la oportunidad de estar juntos y de convivir.

Jaco Jazz” es un lugar extraordinario en el centro histórico de Xalapa, Veracruz. Es un café-bar donde hay conciertos de música -principalmente de jazz- exposiciones de pintura, conversatorios, y presentaciones de teatro, además de que venden el mejor pastel de chocolate y naranja de la región. Ahí han tocado muchos amigos jazzistas y bollyjazzistas, y poco a poco se vuelve uno de mis lugares favoritos de Xalapa y Coatepec, junto con La Brújula y CAUZ.

Llegué a Jaco Jazz un poco antes y pedí una “Kombu-chela” (Kombucha con cerveza) en un vaso con hielos y esperé a mi hija unos 10 minutos. Todavía pudimos conversar sobre lo que nos había molestado esa mañana antes de que comenzara la obra. Afortunadamente aclaramos las cosas y nos dimos un abrazo un par de segundos antes del inicio.

Nos encantó. Se trataba de “Las cosas extraordinarias” producida por Camomila Teatro, dirigida por Ana María Aguilar y actuada de manera extraordinaria, sensible, entrañable por Mariana Pimentel. “Las cosas extraordinarias” es una obra del escritor y dramaturgo inglés Duncan MacMillan, y su título original es “Every Brilliant Thing”, cuya adaptación a teatro la realizó el actor inglés Jonny Donahoe. “Todas las cosas brillantes” fue adaptada al cine también con la actuación de Donahoe.

Mariana Pimentel empieza con su personaje en un monólogo que parece un biopersonal y que va haciendo participar al público de manera muy natural y amable por parte de ella. Es el relato de una niña, y luego de una adolescente y adulta, que va haciendo una lista de cosas especiales o que le gustan, para mostrarlas y dárselas a su mamá que ha querido suicidarse. Mientras iba yo escuchando la lista pensé en “Count Your Blessings” (cuenta tus bendiciones) de Johnson Oatman, Jr., que desde el siglo XIX es prácticamente un himno, sobre todo en el mundo anglosajón, como respuesta a las dificultades, problemas, desesperación o depresión, e invita a enfocarse en las cosas positivas y buenas de la vida.

A lo largo del relato (y con la ayuda del público) vamos enterándonos de aspectos y momentos de su vida como la relación con su papá, sus años escolares desde la primaria hasta la universidad, su primer amor y noviazgo y luego también su matrimonio, las veladas musicales con sus padres, la relación con su esposo, sus miedos y dudas, y luego la recaída de su mamá. A lo largo de todo ello, ella va sumando más cosas brillantes y extraordinarias a la lista que se vuelve centenaria.

Una de las cosas que más me gustó de la obra es las referencias que la protagonista va haciendo a la música que más le ha gustado o influenciado en su vida y que se va presentando en el audio ambiental, además que Mariana Pimentel también canta algunas de ellas. Así, me parecieron conmovedoras las implicaciones emocionales y vivenciales que su protagonista va haciendo con la música de Louis Armstrong, Nina Simone, y muchos otros (lo cual resulta muy significativo si pensamos que estábamos sentados en un lugar dedicado al jazz). La música está presente en la vida de ella y de las relaciones con su papá, su mamá y su pareja.

A lo largo de ese tiempo, mi hija y yo nos mirábamos de vez en cuando y sonreíamos. Aunque la historia gira alrededor de la depresión de la mamá y de su deseo de ya no vivir, así como de la respuesta de su hija para decirle, con su lista, sobre las cosas extraordinarias por las que sí vale la pena vivir, a lo largo del relato resulta imprescindible, fundamental, fortificante y hasta vital la presencia del papá. Muchas de las respuestas a sus dudas y emociones se las da su papá.

El tema de contexto o trasfondo es el suicidio, pero me parece que la riqueza de esta obra es la posibilidad y capacidad de una niña y joven para vivir y sobrevivir el suicidio, o mejor dicho, la falta de deseo de vivir de su mamá (o de cualquier ser querido). La simpatía, emocionalidad, actuación de Mariana como actriz transmiten perfectamente esa emocionalidad. Me gustó mucho su actuación.

Fue una coincidencia extraordinaria o fue una bendición o fue una cosa brillante, haber escogido ir esa noche a ver esta obra a Jaco Jazz con mi hija. Nos sanó, por lo menos a mí, cualquier enojo, tristeza o sentimiento que traía ese día.

La historia es triste. Se lo dije a mi hija cuando terminó. Pero es esperanzadora, y además es un tema importante y contemporáneo. Las cifras de suicidios siguen creciendo en todo el mundo y en México. Algo está haciendo este mundo en el que vivimos para que haya muchas personas que no deseen vivir más.

Aun así, la protagonista logra entender a su mamá y se encuentra al final en un proceso de sanación, de reconciliación y, sobre todo, de creación y crecimiento personal al encontrarle, quiero pensar, sentido a su propia vida a través, quizá, del arte, de la música, de la escritura, de la psicología. No lo sé, no lo sabremos, pero me quedé con la esperanza de que sí. Quizá la música y la literatura puedan ser antídotos para tanta tristeza o desesperación. Por lo pronto, el teatro, esta obra, Mariana, Nina Simone, lo logran.

Desde luego quizá resulte simplista sólo contar nuestras bendiciones o hacer una lista de las cosas brillantes que vamos teniendo en nuestras vidas para enfrentar ese hoy negro en el que podemos caen en una depresión severa, pero no me parece que sea algo menor.

Por lo pronto hago mi pequeña lista de las cosas extraordinarias y brillantes de esa semana de teatro en Jaco Jazz. 1) esa tarde-noche con mi hija; 2) haber encontrado, casi sin querer, esa obra, ese día, esa noche y en ese lugar; 3) la actuación de Mariana; 4) la dirección de Ana María; 5) “Jaco-Jazz”; 6) Nina Simone; 7) la Kombuchela; 8) el pastel de chocolate y naranja de la Tía Otilia; 9) Xalapa; y 10) mi hija.

Los invito a que vayan a ver “Las cosas extraordinarias” este martes 25 de junio a las 8 pm, que es la última función, en Jaco-Jazz, y aquí les dejo los links de referencia:

https://www.facebook.com/profile.php?id=100075884953495

https://www.facebook.com/photo/?fbid=480256797847148&set=pcb.480256844513810

https://www.instagram.com/jaco_jazzy_cafe/p/C8FRQszsWDh/?img_index=1

https://en.wikipedia.org/wiki/Duncan_Macmillan_(playwright)

https://www.amazon.com.mx/Las-cosas-extraordinarias-Brays-Efe-ebook/dp/B086VTLHBV/ref=sr_1_1?dib=eyJ2IjoiMSJ9.Ap1RUAWMB1WMMm93m8kNi4EnBmAcrduey66jKTj-Ao8BnVPlAMdMqHIhAFJKx7A-31TAogQ5tGJD1Fzm2QXsy8jR3A5VvqqdY97xkt4zwZqeWvwSTtdHmmAym3ipoTkWRlizm_Y2Bear_9CHf5NDbxRBMO1J17y712sfMdlkJkGvKnsuHJg9loe3J9hjLw4q3RqyJyd0mA0_PXOYanbDOKg35lpWTlj7i-1q_O2n3zM.oFbzX1p83zXiTwqYZIV8xP0YAfxR9QtgrFVsxG7nthc&dib_tag=se&qid=1719000098&refinements=p_27%3ADuncan+MacMillan&s=books&sr=1-1