De los partidos políticos damnificados por el maremoto de Morena en los comicios del pasado 2 de junio, obviamente el caso más lamentable es el del PRD, que por no alcanzar el 3% de la votación total válida perdió el registro político nacional, aunque localmente lo conservará en 13 entidades federativas, entre las cuales no figura Veracruz que, hasta la sucesión municipal de 1997, fue uno de sus principales bastiones electorales.
Después de haber surgido hace 35 años como la principal fuerza política de izquierda, el partido del sol azteca se desangró completamente a partir de 2013, cuando apareció el Movimiento de Regeneración Nacional liderado por Andrés Manuel López Obrador, quien en 2006 y 2012 había sido su candidato presidencial.
Pero a la par del PRD, el tsunami morenista barrió también con varios partidos emergentes que habían surgido a nivel local en varias entidades, y que inclusive fueron aliados de la 4T en las contiendas estatales de este año.
Aquí, por ejemplo, Fuerza por México Veracruz, que lidera Eduardo “Tato” Vega Yunes, perdió el registro local que había obtenido hace tres años, cuando el partido rosa del líder de la CATEM, Pedro Haces, no pudo conseguir el registro nacional en los comicios federales de 2021 al no alcanzar el 3% mínimo de la votación.
El Jalisco, el partido Hagamos, vinculado al grupo político de la Universidad de Guadalajara, y el partido Futuro, fundado por Pedro Kumamoto y que se originó del grupo Wikipolítica, sólo obtuvieron el 2.6% de los votos en los cómputos distritales, mientras que en la de gubernatura, Futuro sólo sacó 1.7% y Hagamos 2.9%.
En la entidad tapatía que volverá a gobernar Movimiento Ciudadano con el ex alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus, tampoco PRD y PT salvaron su registro. El primero sólo obtuvo el 1% de los votos en distritos y 0.9% en la elección a gobernador, mientras que el segundo se quedó con 2.3% de los sufragios en la elección a diputados y 2.25% en la gubernatura.
Al quedarse sin registro, los partidos en Jalisco tampoco podrán acceder a los recursos públicos. Futuro, por ejemplo, recibió este año 58 millones, 885 mil 822 pesos de financiamiento; Hagamos, 54 millones 064 mil 991 pesos, mientras que PT y PRD, solamente recibieron 4 millones 445 mil 608 pesos cada uno.
Y, en Guerrero, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana inició el proceso de desaparición de ocho partidos políticos de reciente creación, también por no obtener el 3% por ciento de la votación válida.
Los partidos que perderán registro y prerrogativas son: Partido del Bienestar Guerrero (PBG), Partido Alianza Ciudadana, Movimiento Laborista, Partido Encuentro Solidario (PES), Partido de la Sustentabilidad Guerrerense (PSG), México Avanza, Regeneración y Fuerza por México Guerrero, los cuales habían obtenido su registro hace un año, pero no lograron consolidarse en el panorama político estatal.
Sin embargo, a pesar de la pérdida del registro, algunos de estos partidos lograron triunfos locales en las elecciones del domingo antepasado. El PES, por ejemplo, ganó la alcaldía de Florencio Villarreal en la Costa Chica; el PBG obtuvo triunfos en Alcozauca e Igualapa en la Montaña; el PSG se impuso en Copalillo en la región Norte, y México Avanza consiguió la alcaldía de Copala, también en la Costa Chica.
Más bloqueos en Xalapa
El pasado viernes 14 fueron los vecinos de la colonia Álvaro Obregón los que bloquearon las avenidas 20 de noviembre y Lázaro Cárdenas, a la altura del paso a desnivel de la Araucaria, en protesta por la construcción del Servicio Médico Forense de Antropología que el Ayuntamiento de Xalapa pretende construir en el panteón de Palo Verde, con una inversión de 12 millones de pesos.
Y, para este lunes 17, los vecinos de la colonia Pastoresa amagan con cerrar desde las 6:00 horas de la mañana la circulación de ambos carriles de la carretera federal Veracruz-Xalapa a la altura del Hospital Ángeles.
Ojalá en el Ayuntamiento de Xalapa, que encabeza el alcalde Ricardo Ahued –recién destapado por la gobernadora electa Rocío Nahle como su futuro secretario de Gobierno–, echen mano de sus buenos oficios políticos y de persuasión para desactivar esta manifestación popular que amenaza con paralizar el tráfico vehicular en ese saturado tramo de acceso y salida de la capital veracruzana.
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