El telescopio espacial Hubble, de la NASA, lleva 34 años en órbita y hasta hace poco se comentaba que podría estar en sus últimos años de vida útil, pero según la NASA, podría continuar en pie un par de décadas más, pese a los fallos que ha presentado en los últimos años.

De hecho, esta semana la agencia espacial anunció que el telescopio sufrió una falla irreparable en uno de sus giroscopios. De los 6 que tiene, ahora solo uno permanece activo, afectando en parte sus observaciones, pero todavía siendo útiles.

El multimillonario estadounidense, Jared Isaacman, se ofreció para financiar un proyecto para salvar al telescopio, pero fue rechazado por la NASA, desde donde manifestaron que al menos por ahora no tienen intenciones de repararlo.

De acuerdo con Space.com, Isaacman, empresario y astronauta comercial, presentó una propuesta para una misión espacial de reparación para el Hubble, que ejecutaría en conjunto con la compañía SpaceX, de Elon Musk.

La idea fue discutida y analizada por un largo tiempo, incluyendo un estudio de viabilidad que tomó varios meses, pero la NASA finalmente decidió desistir de un proyecto como este.

“Nuestra posición en este momento es que, después de explorar las capacidades comerciales actuales, no vamos a buscar un nuevo impulso“, dijo Mark Clampin, director de la División de Astrofísica y Dirección de Misiones Científicas de la agencia en la sede de la NASA, en una conferencia de esta semana para actualizar sobre el estado del Hubble.

¿Qué pasará con el telescopio Hubble?

Lo cierto es que, al menos por ahora, el Hubble no estaría necesitando ser salvado. De hecho, la NASA dijo que el hecho de que comience a funcionar con un solo giroscopio, en realidad implicará cambios menores en sus observaciones.

“Aún creemos que tiene una confiabilidad muy alta. Podemos operar el Hubble con mucho éxito haciendo ciencia innovadora durante el resto de los años 20 y hasta los años 2030“, añadió Patrick Crouse, director del proyecto Hubble en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA.

Lo más viable en este momento, determinó la NASA, es cambiar el software del telescopio para que funcione con un giroscopio, mientras que el otro de los 6 que sigue activo permanecerá reservado para el futuro. Este cambio se puede hacer de manera remota.

Por otro lado, la agencia espacial puntualizó que una misión para ir a repararlo, podría contaminar el espejo del telescopio. Como es de tipo ultravioleta, los volátiles pueden entrar en contacto con el espejo y afectar en su sensibilidad.

“Creemos que necesitamos hacer algún trabajo adicional para determinar si los beneficios científicos a largo plazo superarán los riesgos científicos a corto plazo“, planteó Clampin.

Además, añadió que una misión de este tipo también implicaría nueva logística. “La última vez que fuimos al Hubble fue en el transbordador espacial, y fue hace bastante tiempo. Y, por supuesto, el Hubble ahora es una nave espacial vieja; muchas de las personas que estuvieron muy involucradas en las primeras misiones se han retirado y hay mucho trabajo que tendríamos que hacer para volver a ponernos al día sobre cómo hacerlo”.

Por último, Crouse enfatizó en que el Hubble no está en las últimas. “Existe una probabilidad superior al 70% de operar al menos un giroscopio hasta 2035. Actualmente, contamos con cuatro instrumentos que han sido robustos y altamente productivos, y se espera que la confiabilidad siga siendo muy alta. Por lo tanto, no consideramos que el Hubble esté en sus últimas etapas”, cerró.

biobiochile.cl

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