1.-Que estamos conscientes , los mexicanos y veracruzanos, que la pasada elección del domingo 2 de Junio de 2024 , tanto en el plano nacional como en el caso de nuestra entidad, fue histórica pero lamentablemente peligrosa, tanto para quienes participaron en las diferentes candidaturas,  como para  los ciudadanos votantes, pues el clima que prevaleció antes y durante la elección -como sucedió en la elección 2021-,fue manchada por hechos violentos que derivaron en amenazas, lesiones o muerte,  tanto de candidatos y candidatas como de diferentes actores ligados a la contienda, lo que deja en claro el alto grado de  inseguridad e incertidumbre que reinó en la población durante la jornada electoral y que,  deja mucho que desear la actuación del gobierno, frente a un proceso democrático que queda como precedente de lo que no merecen los mexicanos.

2.-Que, pese a ello, el día de la jornada, la ciudadanía cumplió y se volcó desde temprana hora y como nunca en las urnas,  en todos los puntos del territorio nacional y en nuestra entidad, encontrándose en la mayoría de los casos -y existen reportes que lo avalan-, con verdaderas inconsistencias que podrían ser consideradas como posibles delitos electorales y que deben revisarse y aclararse meticulosamente por parte del Instituto Nacional Electoral y sus órganos locales, para dar certeza a la ciudadanía de los resultados.

3.- Que pese a que el clamor ciudadano nacional y de los candidatos , expresado por todos los medios, solicitando que tanto de la parte oficial como de los órganos electorales aseguraran una posición imparcial antes y durante la elección , lamentablemente fuimos testigos de la intromisión del gobierno ( en sus diferentes niveles) derrochando recursos públicos , coaccionando a trabajadores del estado para operar a favor de sus candidatos y del uso de los programas sociales, para presionar a los votantes beneficiaros y ciudadanos necesitados , a quienes el día de la elección ofrecieron todo tipo de facilidades ( apoyos materiales y económicos) para asegurar la votación a su favor y,  por otra parte, un INE tibio y complaciente lejano a su verdadera esencia.  Hechos de los que cada partido da constancia.

4.-Igualmente, a muchos nos constaron los actos premeditados, como el retardo de la instalación de casillas y la entrega de las actas al finalizar la jornada , así como el hecho de tomar como base  irresponsablemente los resultados del PREP ( Programa de Resultados Preliminares)  y con ello, anticipadamente declarar ganadores a sus candidatos tanto en el plano nacional como en Veracruz, argumentando un triunfo con una diferencia que no cuadra con los resultados que se registraron en actas (mismas que fueron alteradas resultado de urnas infladas que no ajustan sus números con lo expuesto en las sábanas , o los registros contrastados con el total del padrón electoral local o de los habitantes votantes de los municipios con lo asentado en documentos, etc.) , presumiéndose la existencia de un “mega-fraude” orquestado desde los más altos niveles, que sera histórico por las aberraciones encontradas, y que, derivado de ello y de la presión ejercida de los candidatos y partidos afectados, ha obligado al INE y  a los OPLES,  a responder a las impugnaciones y abocarse a:

  • El recuento detallado y correcto de votos (uno por uno) contra actas y registros en el sistema.
  • Dar entrada a la investigación de las inconsistencias y reportes que vienen presentando los partidos políticos avalados por las pruebas correspondientes en dichos órganos electorales.
  • A investigar minuciosamente, qué sucedió con la caída del sistema que reportaron los representantes de partido en algunas juntas locales, que pone al descubierto conteos previos al corte y al reanudarse el mismo, números muy altos a favor del partido oficial, hechos que obligan a checar la fluidez de los votos en casillas (a diferentes horas), con lo registrado y reportado en el sistema.
  • Que dichas alteraciones informáticas, dio a pensar que existió “una operación quirúrgica tecnológica hecha con inteligencia artificial”[1] (alquimia electoral con tecnología de punta), donde votos que eran para la Coalición opositora pasaron a ser contabilizados y sumados al partido oficial, lo que debe investigarse, ya que de no aclarase deja en entredicho la actuación de los órganos electorales y sus autoridades, al presumirse que se pudo haber prestado al montaje de una farsa y por ende ser motivo de nulidad de la elección. Ello reforzaría la hipótesis del fraude -que de existir-, supone que no estuvo en las casillas sino en la captura y el código de los sistemas del INE para favorecer a determinados candidatos. Acciones cuestionables, ilegales y perversas que empañan, por la duda misma, la pulcritud y certeza que esperó de sus instituciones el pueblo de México, en este proceso.

Pese a todo ello, la participación ciudadana fue entregada y por ahora prudente, pues ha estado -como nunca-, atenta a los acontecimientos desde el pasado domingo, asumiéndose como vigilante responsable del proceso electivo 2024 hasta que el mismo concluya.

Asistiéndole toda la razón, porque los ciudadanos mexicanos y veracruzanos pugnamos porque se garantice el derecho y valor de nuestro voto, como único recurso que tenemos para poder legitimar a los futuros gobernantes y representantes populares; porque independientemente de los resultados que se obtengan en una elección, merecemos ser tratados con respeto, privilegiándose por sobre todo la verdad y la confianza.

Es lo menos que esperamos quienes creemos que nuestro país y la entidad debe cambiar para bien, con gobiernos y legislativos nacionalistas, justos y confiables, que piensen más en lo que convenga a México y a nuestro estado, antes de pensar en proyectos particulares o ideologías políticas, réplica de países fracasados. Lo que no sería justo para el presente y futuro de la nación.

Por lo contrario, México merece mirar hacia el porvenir con esperanza en su crecimiento, vivir en la confianza entre ciudadanos y gobiernos y luchar porque vengan tiempos, mil veces mejores, a lo vivido en estos últimos años.

Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo