“¿De cuándo acá nos truenan los dedos en Veracruz?”, dijo López Obrador apenas se enteró que Sheinbaum aumentaría sus visitas al estado. Y es que la candidata presidencial decidió incrementar su presencia en el estado para ayudar a Nahle.
La extitular de energía está muy confiada de ganar la elección y se lo ha dicho a su amiga, Claudia Sheinbaum; sin embargo, los Yunes también se sienten seguros de recuperar el cargo que actualmente ostenta Cuitláhuac García, así como las senadurías y el congreso estatal. Es un auténtico choque de poderes.
Sin importar lo que diga Rocío Nahle, la exjefa de la CDMX decidió no tomar riesgos (ni caer en triunfalismos); por ello, ayudará en Veracruz… agrade o no al equipo de campaña estatal, a la candidata al gobierno o, incluso, al presidente López Obrador.
Lo que Sheinbaum consideró un acierto fue dejar fuera de toda operación política a Cuitláhuac García. El gobernador pudiera llegar al gabinete federal (en caso de ganar la elección), pero ello no significa que al interior del morenismo lo reconozcan como estratega electoral. “Hay gente que ayuda más estando lejos”, me dijeron en CDMX.
Hay gobernadores que cuando se involucran en la elección, ayudan a su candidata o candidato con 3 ó 4 puntos porcentuales: no es el caso de Veracruz con Cuitláhuac García, decisión que tomó la propia Rocío Nahle, más aún frente al real peligro de derrota que significan (para ella), todos lo Yunes juntos.
Veamos qué ocurre.
X: @aaguirre_g
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