Liderada por Irán desde el golfo Pérsico hasta la costa mediterránea, la alianza informal Eje de la Resistencia se enfrenta a Israel desde el estallido de la guerra en la Franja de Gaza, un conflicto que amenaza con extenderse tras el lanzamiento masivo de misiles y drones de Irán al Estado judío.
En su primer ataque contra territorio israelí, Irán lanzó más de 300 misiles y drones en represalia por el bombardeo contra su consulado en Damasco del 1 de abril en el que murieron seis sirios y siete miembros de la Guardia Revolucionaria, y del que Teherán acusó a Tel Aviv.
Según el Pentágono, la anunciada respuesta de la República Islámica fue “lanzada desde Irán, Irak, Siria y el Yemen”, donde Teherán capitanea una red de grupos rebeldes y de poderosas milicias que libran en diferentes formas su guerra contra Israel y Estados Unidos en apoyo a los palestinos en la Franja de Gaza.
Estos son los principales aliados de Irán, posibles objetivos de una respuesta de Israel.
Hizbulá, el buque insignia
Considerado como el aliado más poderoso de Irán en Medio Oriente, el grupo chií libanés Hizbulá protagoniza un medido pero intenso intercambio de fuego con Israel principalmente en la divisoria común desde el 8 de octubre, un día después del estallido de la guerra en Gaza.
Coincidiendo con el ataque iraní contra territorio israelí, la agrupación armada anunció el lanzamiento de “decenas” de cohetes hacia una importante base militar en el norte de Israel y, posteriormente, reivindicó otra andanada contra tres puestos militares en los septentrionales Altos del Golán.
La aviación israelí, en respuesta, bombardeó un edificio en el Valle de la Bekaa, una región en el este del Líbano alejada de la frontera común donde se suelen concentrar los choques y que ha sido atacada por el Estado judío varias veces en las últimas semanas.
En el Líbano e Israel, seis meses de choques dejan ya más de 150 mil desplazados a ambos lados de la frontera, así como cerca de una veintena de muertos en el lado israelí y más de 330 en el libanés.
Los hutíes, en el punto de mira
Los rebeldes hutíes del Yemen han hecho gala de sus capacidades con el lanzamiento de misiles y drones contra Israel, además de ataques contra buques mercantes en el mar Rojo y el mar Arábigo desde finales de noviembre para dañar la economía israelí y de sus aliados occidentales.
Las severas disrupciones ocasionadas por estos ataques y la amenaza hutí para Israel provocaron que a mediados de enero Estados Unidos y Reino Unido iniciaran una campaña de bombardeos contra posiciones de los insurgentes en el Yemen, aunque la formación asegura que no les va a disuadir.
Los hutíes no han reivindicado el lanzamiento de proyectiles simultáneo con el ataque de Irán contra Israel, si bien Washington y varios organismos denuncian que la Guardia Revolucionaria iraní mantiene desplegada unidades en varias zonas del Yemen controladas por los insurgentes.
Las milicias de Irak, desatadas
Pese a contar con capacidades más limitadas que Hizbulá y los hutíes, la denominada Resistencia Islámica en Irak se ha atribuido el lanzamiento de alrededor de 200 ataques contra bases con presencia estadounidense en territorio iraquí y sirio, si bien también ha apuntado ocasionalmente contra el sur de Israel.
El grupo, compuesto por una amalgama de milicias leales a Irán que operan en Irak y en el área fronteriza en el este de Siria, ha mantenido un perfil bajo después de que en enero uno de sus drones matara a tres soldados estadounidenses en la frontera entre Jordania y Siria.
Eso provocó una airada respuesta de Washington, que bombardeó con fuerza posiciones de estas agrupaciones armadas tanto en Irak como en Siria, dejando decenas de muertos y haciendo saltar todas las alarmas sobre la apertura de un nuevo frente de guerra que supusiera una confrontación directa con Irán.
El Gobierno iraquí, que mantiene un delicado equilibrio entre Teherán y Washington, ha advertido a sus dos aliados que su territorio no es un campo de batalla, después de que en enero Irán también lanzara misiles contra el norte de Irak alegando que apuntaba contra una sede del Mossad israelí.
López Dóriga
Comentarios