El viernes pasado concluyó el proceso interno de mi partido para definir quién será el candidato que represente a la alianza “Fuerza y Corazón por México” en la elección de Gobernador del próximo año. Como ustedes saben, este alto honor y responsabilidad corresponderá a Pepe Yunes.

Estoy convencido que en este proceso nadie ganó y nadie perdió, porque aún no hemos vencido a nuestros verdaderos adversarios, ni hemos alcanzado la mayor de nuestras aspiraciones: sacar a Morena de Palacio de gobierno y garantizar un cambio de régimen mediante una nueva alternancia.

En 2018, los veracruzanos votaron por una fallida transformación y lo único que obtuvieron fue el empoderamiento de un grupo de militantes, de improvisados y corruptos servidores públicos, que entregaron el poder y el estado a los intereses del Presidente López Obrador y de su partido.

Como en la época prehispánica, toda la riqueza terminó en manos del centro. Ya no podemos llevarle más presupuesto fresco al tlatoani o al emperador. Hoy Veracruz debe ser gobernado y administrado por los veracruzanos y no por filibusteros políticos.

La ausencia de gobierno y de autoridad derivó en una grave crisis social y de seguridad. Hoy padecemos altos niveles de impunidad y el manejo faccioso que se sigue dando a la impartición de justicia, donde prevalece la venganza sobre la justicia.

La violencia amenaza a la población y a la democracia, no al gobierno, por eso simplemente no se combate. Es un hecho que a pesar de que las cárceles están saturadas, la impunidad se acerca cada vez más al 100% y la delincuencia organizada sigue ganando espacios.

 

Fue por esta razón que, en septiembre del año pasado, propuse al gobernador la integración de un grupo plural para la elaboración y ejecución de una agenda de emergencia para Veracruz. Tristemente, la respuesta fue el silencio, buscando esconder la gravísima situación de inseguridad y violencia que vive nuestro estado.

Esto me llevó a iniciar un recorrido por los 117 municipios del estado para cumplir con el objetivo de integrar a miles de veracruzanos que pudieran elaborar una agenda de emergencia a partir de las demandas más urgentes.

La respuesta fue sorprendente. La gente no sólo expresó su frustración, hartazgo y enojo por la situación económica y social, sino que está dispuesta a expresarla públicamente, sin temor al autoritarismo y persecución que ha distinguido a este gobierno.

Escuché y dialogué con personajes muy respetados en sus municipios; con dirigentes políticos y sociales marginados y excluidos por pensar diferente.

Cientos de encuentros con miles de veracruzanos me motivaron a participar en la contienda para buscar la gubernatura del estado, convencido como lo estoy ahora, de que podemos construir una gran alianza que permita ganar las elecciones y establecer el primer gobierno de coalición en México.

Mi mayor aspiración sigue siendo la misma: recuperar a Veracruz de las garras de Morena, un gobierno que ha mostrado una fuerza destructiva superior al peor de los huracanes políticos.

La puntita

El próximo domingo 3 de diciembre celebraremos la 24ª sesión ordinaria de Alianza Generacional. Con la anuencia de la Asamblea, fijaré el posicionamiento respecto a nuestra participación en el proceso electoral del próximo año. Contaremos con la asistencia de Pepe Yunes como invitado de honor. Estamos listos para construir una nueva alternancia en Veracruz.