Mi mayor aspiración sigue siendo la misma: recuperar a Veracruz de las garras de Morena, un gobierno que ha mostrado una fuerza destructiva superior al peor de los huracanes políticos.
Mi lealtad a mis convicciones es superior a mis aspiraciones.
Hoy, más allá de las encuestas, participé en la construcción de un consenso en favor de Pepe para que sea el candidato del Frente Amplio opositor al cargo de gobernador del estado de Veracruz.
Hoy nadie ganó y nadie perdió, porque no hemos vencido a nuestros verdaderos adversarios. El único triunfo se alcanzará -y deberá ser de todos los veracruzanos- cuando el proceso electoral termine y elijamos a Pepe como nuestro Gobernador.
Seguiré cumpliendo mi palabra y con el papel que me corresponda desempeñar, como lo he hecho a lo largo de mi vida personal y política.