Antes de que se efectuara el arranque de precampaña de Sheinbaum en Veracruz, AMLO sugirió a su candidata (y a Mario Delgado), manejar en sus discursos al estado como uno de los bastiones del morenismo a nivel nacional.
El objetivo de manejar esa línea era, por un lado, resaltar que “el segundo estado natal” de AMLO seguiría siendo suyo; por otro, “mofarse” de la oposición, pues a pesar de los muchos negativos de Cuitláhuac García, la misión de vencer a Nahle se antoja complicada.
Y es que siendo Veracruz el cuarto estado con mayor número de empadronados en el país y previendo competencia en CDMX, Edomex y Jalisco, una de las tareas fundamentales de Sheinbaum y Nahle consiste en buscar “arrasar” para compensar, sea como sea.
Por eso Sheinbaum arrancó en Veracruz, porque las cosas no son del todo halagüeñas para la exjefa en algunos estados; pues la oposición sigue sin ser (hasta el momento) competencia seria y porque es necesario apuntar las armas en ese sentido.
Sin embargo, Sheinbaum y Nahle tienen la instrucción de desmarcarse de Cuitláhuac García en un futuro no lejano. Los negativos del gobernador hacia Morena en el estado son reales; aunque será incluido (de muy buena manera) en el gabinete federal, el mandatario ayuda más en lo “oculto”.
La estrategia para Sheinbaum considera a Veracruz como el estado que más visitará, tanto en su precampaña como cuando sea la “oficial”. Hay mucha tarea para Nahle allegando votos a la federal y en esa encomienda necesita (aunque no quiera) deslindarse de Cuitláhuac García.
Veamos qué ocurre.
X: @aaguirre_g