El hallazgo de los restos de cinco personas –entre ellas dos mujeres y un pequeño de apenas tres años- en la comunidad de El Castillo, en Xalapa, nos volvió de golpe a nuestra realidad: Veracruz sigue siendo la fosa común más grande del país que se alimenta a diario con víctimas cuyos restos esperan ser recuperados.
El primer día de su fallida administración, Cuitláhuac García emitió una Declaratoria por Crisis de Violaciones de Derechos Humanos en Materia de Desaparición de Personas para visibilizar el número de víctimas en el estado durante los últimos años. Nunca más se volvió a ocupar de ellos.
Cinco años después, su gobierno registra el mayor número de persona desaparecidas que cualquier anterior. Las familias siguen sufriendo el peor de los dolores: la incertidumbre de no saber dónde y en qué circunstancias desaparecieron sus hijos, dónde están sus hermanos o sus esposos.
La jornada de las familias se ha convertido en un ritual de dolor donde han perdido la esperanza de buscar a las personas y se plantean como único objetivo de vida localizar sus restos. En Veracruz, desaparecer resulta peor que morir.
El estado de Veracruz ocupa el cuarto lugar a nivel nacional con mayor número de personas desaparecidas y no localizadas al 31 de diciembre del 2022 con 6 mil 994 personas. Los primeros lugares los ocupan Jalisco, Tamaulipas y el Estado de México.
El último año ha sido un verdadero infierno. Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas o No Localizadas, actualmente en Veracruz hay más de siete mil quinientas personas en esa condición. Han incrementado de forma alarmante las desapariciones registradas en 2023, colocándose en un nuevo máximo histórico.
Hasta el mes de junio del 2022 se habían registrado cinco mil 816 casos, lo cual implica que se han registrado más de mil quinientas desapariciones en el último año. Sin embargo, de julio a la fecha, la cifra sigue aumentando de manera vertiginosa.
Los números sólo son el pálido reflejo de la tragedia.
Hace un par de semanas, 32 organizaciones y colectivos de familiares de personas desaparecidas iniciaron un plantón en Xalapa, después de que Cuitláhuac García volvió a engañarlos. La respuesta oficial es que el gobierno nunca había destinado tantos recursos para la búsqueda de personas. ¡Una mentira más!
La Comisión Estatal de Búsqueda se convirtió, como casi todas las instituciones del gobierno morenista, en una agencia de colocaciones de familiares y amigos.
La Ley en Materia de Desaparición de Personas establece que el presupuesto mínimo para la Comisión Local de Búsqueda debe ser del .02 por ciento del presupuesto de egresos de todo el estado. No es una concesión del gobernador, es una obligación establecida en la ley
Pero en Veracruz, esta ley no se cumplió. En 2022, la Comisión recibió 27.5 millones de pesos, la mayor parte del gobierno federal. En el promedio de inversión por Persona Desaparecida y No Localizada por entidad federativa, Veracruz está entre los últimos lugares del país. Entonces, ¿qué es lo que deben agradecer los colectivos al Gobernador?
Al gobierno de Cuitláhuac García no habrá de juzgarlo la historia. Lo harán los tribunales.
La puntita
El Quinto Informe del gobernador de Veracruz fue una caterva de simulaciones y mentiras. La deuda no ha bajado; la corrupción, la pobreza y la delincuencia tampoco. Parafraseando la sabiduría popular, los perros abren los ojos a los quince días; hay gobernantes que no lo hacen en cinco años.