En un nuevo comunicado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), firmado por el capitán insurgente Marcos, el grupo armado pidió a las mujeres buscadoras que no se rindan, no se vendan, no claudiquen.
El líder guerrillero les solicitó que no dejen de buscar porque esas personas ausentes valen por la sangre que heredaron, la de ustedes. No conocemos a quienes les faltan, pero las conocemos a ustedes y la nobleza de su lucha.
“No se rindan, no se vendan, no claudiquen. Aunque el horror que afrontan no está de moda, su causa es justa y noble. Y ningún político puede decir lo mismo”, se lee en el comunicado, que forma parte de la reaparición del líder guerrillero, de cara al aniversario del alzamiento armado del 1 de enero.
“Su necia dignidad enseña y muestra el camino. Ojalá más personas las miraran como las miramos nosotros los pueblos zapatistas: con admiración y respeto”, les dice Marcos.
El zapatista menciona que antes de las buscadoras sólo se sabía, por ejemplo, de las doñas del FNCR (Frente Nacional contra la Represión). Pero después aparecieron otras, me parece que desde el sexenio de Vicente Fox. Primero unas cuantas y dispersas en la geografía. Luego más. Luego en grupos. Ahora, en toda esta fosa clandestina que se llama México, van de un lado a otro, buscando a quien les hace falta. No hay quien les ayude o les apoye. Están solas en el sentido que sólo se tienen a ellas mismas.
“No están de moda. Los desaparecidos no votan, y pues de eso se trata. En los gobiernos ha pasado ya todo el espectro político electoral, todas las banderas electorales, todas las siglas partidarias, y la profesión de buscadora crece”, dijo Marcos.
“Hace años –sigue el comunicado zapatista–, en los trámites por escrito, había un renglón donde se ponía ‘ocupación’. Por lo regular, las mujeres ponían ‘ama de casa’, ‘oficinista’, ‘empleada’, ‘profesionista’, ‘estudiante’, y así”, pero “la monstruosidad de un sistema ha creado otra ocupación: la de ‘buscadora’. Acaso la más terrible, angustiante, penosa y anacrónica de todas las ocupaciones”.
Sostuvo el líder zapatista pocas cosas señalan más el fracaso de una propuesta política en el poder, que la existencia y crecimiento de la ocupación de buscadora. “Imaginen que alguien las entrevista: ‘Oiga, ¿y usted a qué se dedica?’ Ella responde ‘a buscar’. ‘¿Y cuánto gana por ese trabajo?’ ‘Nada’. ‘¿Y cómo le hace?’ ‘No sé, pero sé que tengo que hacerlo. Y tengo que hacerlo porque ella/él sabe que no descansaré hasta encontrarle’. ‘¿Hay algo que quiera decirles a las demás personas?’ ‘Sí, mírenme, soy ustedes en el futuro si no hacemos nada’. La reportera se pone a llorar. Todavía lo hace. ¿Ellas? Pues siguen buscando”.
Marcos dijo que había pensado en un encuentro con las buscadoras que no fuera de dolor, sino de alegría. “Ya saben: bailes, cantos, poemas, cine, obras de teatro, dibujos infantiles, cosas así. No algo que les alivie o les cure esa herida que no cierra, sino sólo un festejo, el que merece su lucha.
Excelsior