Un cuadro pintado por Pablo Picasso en 1932 y titulado Femme à la montre (La mujer del reloj) fue vendido por 139.5 millones de dólares en una subasta en la casa Sotheby’s de Nueva York, convirtiéndose en el tercero más caro del artista nunca vendido.

El cuadro, el más preciado de la colección de Emily Landau que salía a la venta, alcanzó los 121 millones de dólares en el precio de martillo, que con los impuestos subieron hasta los 139.5 millones, todavía por detrás de la tela más cara del artista, Femmes d´Alger, vendida en 2015 por 179 millones.

La tela de Picasso era un retrato de Marie Therèse Walther, entonces su amante y musa del momento -cuando aún estaba casado con Olga Jojlova-, y en él aparece Marie Therèse con un reloj amarillo en la muñeca, regalo del pintor y objeto que ella reverenciaba.

Permaneció en la colección personal del artista durante décadas y fue comprado en 1968 por Emily Fisher Landau, una de las coleccionistas más voraces de su época y descubridora de grandes talentos de la pintura contemporánea en Estados Unidos y Europa.

De hecho, los lotes que se subastaban contienen las mejores joyas de esta Colección Landau, y han incluido otras piezas excepcionales como una de serie de las Flags (Banderas) de Jasper Johns (41 millones de dólares), una de Ed Ruscha (Securing the last letter, 34 millones), una de Cy Twombly (Sin título, 23 millones) y otra de Mark Rothko (Sin título, 19 millones), entre las más cotizadas.

Sin embargo, ninguna de las obras subastadas ha superado la horquilla que había sugerido la propia Casa Sotheby’s en cada uno de esos casos, y en algunos de ellos ni siquiera se acercaron a la parte baja de la horquilla.

EFE

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