El paso devastador del huracán categoría 5, “Otis”, en Acapulco, Guerrero, desató en el Congreso de la Unión un ríspido debate entre legisladores de Morena y de la oposición por la polémica extinción del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) que, según el veracruzano Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, no desapareció sino que cuenta con recursos por 18 mil millones de pesos, aparte del bono catastrófico que México emitió en 2020 por medio del Banco Mundial, con una cobertura de 485 millones de dólares, equivalentes a 8 mil 900 millones de pesos, aproximadamente.
Y es que, al asumir la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador ordenó liquidar ese fideicomiso por considerar que era un instrumento de corrupción. “Había toda una constelación de empresas alrededor del Fonden, que eran las que vendían todo: láminas, despensas, catres, todo esto manejado por Gobernación, pero miles de millones de pesos”, señaló el mandatario para justificar su desaparición.
“Es un caso típico de corrupción, utilizaban las desgracias de la gente para robar porque compraban cosas a precios elevadísimos, o a veces ni compraban, se robaban el dinero y presentaban facturas falsas, y no le llegaba nada a la gente”, reiteró AMLO en septiembre de 2021, al hacer referencia a la corrupción del Fonden durante la administración del priista Enrique Peña Nieto, su antecesor.
Claudia Sheinbaum, quien aspira sucederlo en la Presidencia, ha replicado también la misma postura del tabasqueño. “El Fonden tenía una corrupción tremenda”, declaró el pasado 23 de octubre la actual coordinadora nacional de los Comités de Defensa de la Transformación.
El director del Fonden con Peña Nieto fue José María Tapia Franco, quien en septiembre de 2013 recibió fuertes críticas porque mientras el estado de Guerrero –¡otra vez!– era azotado por huracanes que dejaron un saldo de más de 100 muertos, él celebraba la Noche Mexicana en el hotel Encore, uno de los más caros de Las Vegas, Nevada, donde se le vio apostando hasta 20 mil dólares en las mesas de Baccarat, “de lo cual fue testigo el diputado local del Partido Verde, Jesús Sesma, quien, asustado, veía los excesos”, según reseñó hace diez años el periódico Excélsior. A su vez, el diario Reforma publicó fotografías en las que Tapia aparecía en traje de baño agitando dos botellas de champagne en el mencionado hotel de la llamada “Ciudad del Pecado”.
El 24 de septiembre de 2013, el entonces senador del PRD, Alejandro Encinas –quien la semana pasada renunció como subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación para incorporarse al equipo de campaña de Sheinbaum–, expuso en la tribuna legislativa que “cuando el director del Fonden, José María Tapia, andaba de parranda en Las Vegas”, los huracanes provocaron destrucción en Guerrero. La inacción de la autoridad fue calificada por Encinas Rodríguez como “un asunto de omisión y de negligencia criminal”.
Sin embargo, una década después, Tapia Franco –quien en el Fonden ejerció un presupuesto promedio anual de 7 mil millones de pesos, y la Auditoría Superior de la Federación le documentó anomalías por más de 347 millones de pesos, de los cuales no pudo justificar el 83%– ha logrado ahora contratos multimillonarios con el actual gobierno federal de la 4T.
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) reveló en abril de 2020 que Tapia hizo un negociazo con la pandemia por Covid.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) firmó, con carácter de extraurgente, un contrato por 52 millones 606 mil euros (unos 1,350 millones de pesos) con una empresa que Tapia acababa de crear, para la venta de 1,330 ventiladores para atender a pacientes graves por Covid.
La empresa, denominada Soluciones Integrales en Gestión de Riesgos de Desastres, había sido constituida el 19 de diciembre de 2018 con Tapia Franco como accionista mayoritario.
El contrato millonario de la empresa de Tapia con la Sedena fue firmado el 30 de marzo de 2020, y formaba parte de la aplicación del Plan DN-III por parte del Ejército para atender la emergencia de salud pública originada por la pandemia del Covid.
El pedido incluía 600 ventiladores marca Hamilton, de Suiza, además de 730 ventiladores modelo Shangrila, marca Aeon Medics, provenientes de España y China.
Vendió ventiladores al doble de precio
En el contrato, la Sedena acordó pagar cada equipo proveniente de China y España al equivalente a 822 mil pesos (unos 35 mil dólares), mientras que el precio que la empresa declaró en Aduanas al momento de la importación fue de alrededor de 400 mil pesos (casi 18 mil dólares). Pero además, una factura consultada por MCCI muestra que cada equipo había sido cotizado por el fabricante en 368 mil pesos (unos 16 mil dólares).
Es decir, Tapia vendió a la Sedena los ventiladores al más del doble de precio original (123% más), según reveló una investigación de MCCI publicada en septiembre de 2022.
Pero eso no es todo. Cuando la compañía realizó en 2020 la importación de algunos de los ventiladores, se reportó a las autoridades de Aduanas que la importación sería temporal, con lo cual no cubrió el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
El Sistema de Administración Tributaria (SAT) detectó que la importación había sido definitiva, y no temporal, por lo que envió requerimientos a la empresa para exigirle el pago del IVA que había omitido, de acuerdo a un documento de la Aduana del Aeropuerto Internacional de México al que accedió MCCI.
En auditorías realizadas al contrato, consta que la compañía Gestión de Riesgos de Desastres S.A. de C.V. incumplió con los plazos de entrega de los equipos, por lo que la Sedena le impuso una sanción de más de 61 millones de pesos.
A partir de ello, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) inició una revisión de las transacciones de la compañía, y el 20 de noviembre de 2020 presentó ante la Fiscalía General de la República una denuncia por lavado de dinero, según publicó el diario Reforma.
Pese a todos estos antecedentes, últimamente ha difundido fotografías acompañado de Claudia Sheinbaum porque aspira ser el candidato a la alcaldía de Querétaro por la coalición Morena-PVEM-PT en 2024.
¡Bendita transformación!