Desde su avistamiento del asteroide Dinkinesh el 3 de septiembre, la misión Lucy de la NASA ha volado 54 millones de kilómetros y ahora está a 7,6 millones de kilómetros de esta roca espacial
Sin embargo, mientras Dinkinesh continúa su órbita alrededor del Sol, Lucy todavía tiene otros casi 25 millones de kilómetros por recorrer hasta su encuentro con el asteroide el 1 de noviembre.
Durante el último mes, el equipo de la nave espacial ha observado que el asteroide objetivo se ilumina en general a medida que Lucy se acerca a él y también ha observado una sutil variación de brillo consistente con el período de rotación de 52,7 horas observado anteriormente, informa la NASA.
Desde que Lucy observó el asteroide por primera vez el 3 de septiembre, el equipo ha utilizado imágenes recopiladas por la cámara de alta resolución de la nave espacial para refinar su conocimiento de las posiciones relativas de la nave espacial y el asteroide, guiando ópticamente a Lucy hacia el encuentro.
Utilizando esta información, el 29 de septiembre la nave espacial llevó a cabo una pequeña maniobra de corrección de trayectoria, cambiando la velocidad de la nave espacial en sólo 6 cm/s. Se prevé que este empujón enviará a la nave espacial en una trayectoria que pasará a 425 kilómetros del asteroide. A finales de octubre el equipo tendrá otra oportunidad de ajustar la trayectoria si es necesario.
El 6 de octubre, la nave espacial pasó detrás del Sol vista desde la Tierra, iniciando un apagón de comunicaciones planificado. La nave espacial ha seguido tomando imágenes del asteroide y devolverá estas imágenes a la Tierra una vez que se reanuden las comunicaciones después del final del período de conjunción solar a mediados de octubre.
Lucy, que salió de la Tierra en octubre de 2021, tiene como objetivo una misión de 12 años para explorar siete asteroides diferentes: Dinkinesh -un asteroide del cinturón principal- y seis asteroides troyanos en la proximidad de Júpiter.
Al estudiar estos asteroides de cerca, los científicos esperan perfeccionar sus teorías sobre cómo se formaron los planetas de nuestro sistema solar hace 4.500 millones de años y por qué terminaron en su configuración actual.
La misión toma su nombre del ancestro humano fosilizado (llamado “Lucy” por sus descubridores) cuyo esqueleto proporcionó una visión única de la evolución de la humanidad.
Europa Press