Tanto Julen Rementería como José Yunes me han asegurado que si todas las tribus de la oposición se unen vencerían a Morena, sin importar la candidata o el candidato ganador de su proceso interno.
Y aquí es donde cabe la duda: ¿de verdad es posible ver unidos, aunque sea por unos meses, a todos los Yunes (rojos y azules), además de Rementería, Indira Rosales y Anilú Ingram? Más allá de la retórica que cualquiera de ellos pueda manejar ante medios de comunicación, ¿es en serio creíble?
Las dirigencias en el centro del país no lo ven así. En realidad, han, incluso, sopesado (por lo duro de los egos en Veracruz) ir separados, cada quien con su candidato o candidata, en el afán de quizá “entregar” el estado, pero concentrarse en ganarlo para la presidencial.
En el corazón del Frente saben que si no van juntos en Veracruz las posibilidades de perderlo son totales; sin embargo, los intentos por unir a todos los apellidos se ha tornado más difícil de lo esperado, por ello, si no hay de otra, sacrificarían la gubernatura a cambio de obtenerlo para Xóchitl Gálvez.
“Voto diferenciado en Veracruz si no alcanzamos acuerdos”, me dijeron en la CDMX. “No vamos a desgastarnos de más si no hay consenso para el método, sea o no la encuesta”, sentenciaron. Tanto Marko Cortés como Alejandro Moreno ven en la encuesta la mejor ruta (al momento) sin que eso signifique que estén casados con ella.
El tiempo corre y es mentira que el Frente en Veracruz vaya en buen tiempo, están atrasados y afirmarlo es un despropósito. En CDMX se han cansado de dichas incongruencias y, por ello, valoran dejar que Morena conserve la gubernatura, pero pelear que Sheinbaum pierda el estado para el conteo nacional.
Veremos qué pasa. Esto cambia cada semana.
X: @aaguirre_g