La pornografía y el contenido sexual para adultos es un tema que genera controversias continuamente y su efecto en la salud mental ha elevado el interés. Aunque algunos la ven como una forma de expresión inofensiva, otros alertan sobre sus posibles consecuencias negativas en la salud mental y las relaciones interpersonales.

En la era de la tecnología digital, la pornografía se encuentra más accesible que nunca, siendo su disponibilidad extremadamente sencilla a un clic de distancia. Este libre acceso al contenido «XXX» plantea cuestionamientos acerca de cómo el exceso en el consumo de material pornográfico podría estar influyendo en la salud mental de las personas, puntualmente entre las personas más jóvenes que tienden a utilizar Internet como una fuente primaria de entretenimiento y de consulta de información fidedgina, cuestión que es muy dudosa y pone en riesgo a esta población por su vulnerabilidad emocional y de autoconcepto.

El porno y su influencia en la percepción del cuerpo

Se sostiene que de los principales elementos que afectan en la persona por el consumo excesivo de pornografía es su posible influencia en como se concibe el cuerpo propio y el de los otros, derivando en efectos contra su autoestima. Según expertos en psicología y sexualidad sugieren que la exposición constante a imágenes de cuerpos idealizados, con proporciones muy fuera del promedio, además de contextos irreales podría conducir a comparaciones poco realistas y a una disminución de la autoestima en quienes consumen material pornográfico de manera regular. Esto podría contribuir al desarrollo de problemas de imagen corporal y a no tener una satisfacción con su propia concepción personal.

Descontextualización de lo real de la sexualidad

El contenido para adultos representa fantasías con comportamientos sobreactuados y excesivos que no reflejan la realidad. Para los más críticos de estos consumos prolongados señalan que la pornografía podría llevar a la desensibilización, en la que los consumidores pueden volverse menos sensibles a la violencia, la objetificación y otras conductas poco éticas o respetables de la integridad del otro representadas en esos materiales. Por otra parte, las expectativas poco realistas sobre las relaciones sexuales entre dos o más personas, además del concepto de intimidad como pueden tener un impacto negativo en las relaciones reales, puesto que las personas podrían suponer que sus experiencias deberán ser tan perfectas y emocionantes como las fantasías que se presentan en las grabaciones pornográficas.

Otro tema que ataña a la potencial adicción a la pornografía. Investigaciones recientes han indicado que ciertos individuos podrían desarrollar una dependencia psicológica hacia el material pornográfico, lo que podría tener repercusiones adversas en su vida diaria y en sus relaciones interpersonales. La adicción a la pornografía podría estar relacionada con problemas como la ansiedad, la depresión y el aislamiento social, según sugieren estos estudios.

«No hay duda de que [estas personas] están sufriendo», dijo la autora principal del estudio, la Dra. Valerie Voon. «Su comportamiento está teniendo un impacto negativo en múltiples niveles de función, especialmente en la función social, y … no pueden controlar sus comportamientos», indica la especialista en un texto difundido por la Universidad de Cambridge: la adicción a la pornografía en Internet refleja la adicción a las drogas (Voon et al., 2014).

La adicción a la pornografía si existe

La adicción a la pornografía es un tema complejo, que no distingue de edades, condición, género, sin embargo podemos entenderlo con estos puntos clave:

  • Consumo compulsivo: Las personas que sufren de adicción a la pornografía experimentan un deseo incontrolable y compulsivo de ver material pornográfico. A menudo, sienten una urgencia persistente de consumir este contenido, incluso cuando desean dejar de hacerlo.
  • Tolerancia: Con el tiempo, quienes padecen esta adicción pueden desarrollar tolerancia, lo que significa que necesitan ver contenido pornográfico cada vez más extremo o frecuentemente para experimentar el mismo nivel de excitación o satisfacción.
  • Deterioro de la vida cotidiana: La adicción a la pornografía puede tener un impacto significativo en la vida diaria de una persona. Puede llevar al descuido de responsabilidades laborales, académicas y sociales, lo que a menudo resulta en conflictos interpersonales y problemas en las relaciones.
  • Efectos emocionales y psicológicos: Los individuos adictos a la pornografía pueden experimentar una serie de efectos emocionales y psicológicos negativos, como la ansiedad, la depresión, la vergüenza y la culpa.
  • Además, pueden tener dificultades para establecer relaciones íntimas y satisfactorias debido a las expectativas poco realistas creadas por el consumo excesivo de pornografía.
  • Dificultad para dejarlo: La adicción a la pornografía puede ser difícil de superar por cuenta propia. Muchas personas encuentran que necesitan ayuda profesional o el apoyo de grupos de apoyo para abordar su adicción y recuperar un estilo de vida más saludable.

Es importante destacar que la adicción a la pornografía es un problema real que puede afectar la salud mental y emocional de una persona, y que buscar ayuda y apoyo es fundamental para superarla.

¿Hay forma de consumir pornografía de forma saludable?

Aunque las preocupaciones son legítimas sobre los tentativos efectos negativos de la pornografía en la salud mental de las personas. Sin embargo, resulta importante apuntar que no todas las personas experimentan los mismos efectos en su proceder. La clave está en el caso de tener un consumo este sea consciente y moderado, además de promover la educación sobre las representaciones de la vida sexual en estos contenidos, además de que tenga una interpretación realista para tener relaciones saludables.

“La pornografía en todas sus variantes está íntimamente ligada a la obtención de placer y al despertar de la curiosidad sexual, además de reducir el estrés, aumentar los niveles de fantasía y de permitir la autoexploración, lo cuál suele traer beneficios, sin embargo, es importante aprender a distinguir entre lo real y lo ficticio», comenta Paola Aguilar, educadora sexual y embajadora de JOYclub, una plataforma de sexualidad libre.

La influencia de la pornografía en la salud mental es un asunto de gran complejidad que demanda un análisis minucioso respaldado por pruebas concretas. Es crucial que las personas estén al tanto de cómo el consumo de pornografía puede impactar su bienestar mental y emocional, y que tomen decisiones informadas sobre su consumo. Sin duda el que los menores de edad y personas vulnerables en su autoestima no tengan un consumo activo de este material, por los efectos ya antes expresados.

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