Eduardo Acosta Mari, alumno del cuarto semestre de Doctorado en Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), realiza un estudio para conocer la frecuencia y gravedad de la presentación clínica de la COVID-19 en población mexicana, y su relación con la sintomatología de ansiedad, depresión y desempeño de pruebas de reconocimiento emocional.
Con la dirección de Iliana Tamara Cibrián Llanderal, investigadora del Instituto de Neuroetología, el alumno inició hace dos años la investigación documental en torno al SARS-CoV-2 y sus implicaciones en la salud mental, y desde hace tres meses aplica un cuestionario como instrumento de evaluación, cuya participación es voluntaria, con consentimiento informado y confidencial.
Acosta Mari pretende también que la evaluación del síndrome neurológico le proporcione información que le permita medir los niveles de empatía en individuos afectados por la COVID-19 largo, para compararlos con quienes no padecen la enfermedad.
Como información preliminar, dijo que en los tres primeros meses de aplicación del cuestionario, cuyo periodo concluye en diciembre próximo, han participado 580 personas mayores de 18 años, principalmente del estado de Veracruz; 76.2% son mujeres y 23.8% son varones; del total, el 80% refirió contar con esquema completo de vacunación, el 16.4% incompleto y el 3.1% refirió no contar con ninguna vacuna.
De los encuestados a la fecha, 453 (78.1%) respondieron haber presentado sintomatología sospechosa o confirmada; 127 (21.9%) negó tener antecedente de la COVID-19. En relación a sintomatología de ansiedad, 70% obtuvo puntuaciones para leve o nula ansiedad, en tanto el 30% registró sintomatología moderada o severa.
Por su parte, Cibrián Llanderal indicó que la pandemia trajo diversos factores de estrés no sólo por la COVID-19 como enfermedad, sino todo el evento de pandemia, lo que hace necesario estar actualizando información.
Destacó que a la sintomatología de ansiedad, depresión y estrés, hay que sumarle la variable de la empatía, regulada por un área a nivel cerebral (corteza prefrontal), la cual se ha visto afectada por el SARS-CoV-2 y agregó que entre los datos preliminares se han encontrado también afectaciones ligadas a fatiga, concentración y memoria.
La investigadora consideró que la encuesta generará información importante para detectar posibles intervenciones psicológicas, en donde son necesarios mecanismos de protección, y probables impactos en la población universitaria (docente, estudiantil y administrativa).
Por último, invitó a la población en general que presente algún tipo de problema de salud de los mencionados, a que busque ayuda externa y profesional a fin de rehabilitarse en el sentido de la parte cognitiva.
AVC