Un equipo de arqueólogos descubrió vestigios de una comunidad de neandertales cazadores de ciervos que vivió hace 60,000 años. El hallazgo se produjo durante las excavaciones anuales de verano en el sitio arqueológico de Abric Romaní, un inmenso refugio rocoso localizado a poco más de 30 kilómetros de la ciudad de Barcelona, en la comunidad autónoma de Cataluña, noreste de España.
Contados entre nuestros parientes extintos más cercanos, los neandertales (Homo neanderthalensis) se establecieron en Eurasia hasta su extinción, hace unos 40,000 años.
La excavación de dicho yacimiento arqueológico —que corre a cargo de un equipo de investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-CERCA, por sus siglas en catalán) y la Universidad Rovira i Virgili (URV)— ha producido más de 1,000 artefactos arqueológicos, solo este año.
A decir del comunicado de prensa de IPHES-CERCA, entre dichos vestigios hay numerosas herramientas de piedra, osamentas animales y restos de estructuras, casi todos descubiertos en una capa arqueológica denominada “Rb”, donde los científicos también desenterraron un cráneo neandertal parcial durante las excavaciones de 2022.
Los investigadores explicaron que la capa Rb corresponde a un periodo prehistórico en el que a un grupo de neandertales, en busca de alimento, le dio por acampar en aquel refugio. Esa hipótesis se sustenta en los restos encontrados en la capa Rb, los cuales apuntan a que dicho grupo se especializaba en la caza de ciervos.
Las osamentas pertenecieron a, por lo menos, cuatro ciervos machos, tres de los cuales yacían apilados en la misma área del recinto, junto con astas y otros despojos esqueléticos.
Dado que los restos de los cuatro ciervos aún tenían sus grandes cornamentas —es decir, no habían desmogado (mudado las astas)—, los investigadores opinan que, muy probablemente, aquellos animales fueron abatidos en el otoño.
Los neandertales sacaban la médula de los huesos
Asimismo, según informaron a la agencia noticiosa española EFE, los científicos desenterraron huesos que los propios neandertales fracturaron para extraer la médula: una fuente rica en grasas y proteína.
Aunado a todo lo anterior, los investigadores encontraron varias herramientas de piedra, casi todas de pedernal, aunque también algunas de cuarzo y caliza. En opinión de los científicos, dichos artefactos fueron producidos mediante diversos métodos de tallado.
Entre las herramientas descubiertas en la capa Rb había algunas con bordes muy similares a los cuchillos dentados de nuestros días. “Esos instrumentos polivalentes están asociados con una gran variedad de tareas desarrolladas durante la ocupación del estrato”, precisó la Dra. María Gema Chacón, codirectora de la excavación IPHES-CERCA/URV.
Un poco antes, este mismo año, otros investigadores que trabajan en un yacimiento arqueológico de Israel descubrieron evidencias de que los humanos prehistóricos usaban un método “sorprendente” para cazar grandes animales ya extintos.
El hallazgo tuvo lugar durante la excavación del sitio conocido como Nahal Mahanayeem Outlet (NMO), yacimiento al aire libre localizado en la ribera izquierda del río Jordán y utilizado hace unos 60,000 años, durante el periodo Paleolítico.
Los cazadores prehistóricos que frecuentaban el sitio dejaron herramientas de piedra y restos animales, artefactos que han permitido que los investigadores conjeturen sobre las técnicas de caza utilizadas.
La impresión de los arqueólogos —fundamentada en las investigaciones más reciente en NMO— es que nuestros antepasados primitivos emboscaban sus presas para abatirlas.
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