Cuando el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías determinó que 60 programas de posgrado de la Universidad Veracruzana engrosarían la lista de “no elegibles” para el financiamiento de becas, surgió la indignación de estudiantes, académicos e investigadores.

La comunidad universitaria se inconformó y puso contra las cuerdas al rector Martín Aguilar Sánchez, dado que la rectoría simplemente se encogió de hombros y permitió que los alumnos de posgrado se quedaran sin estímulos para continuar su preparación.

¿Qué está en juego? Básicamente la formación de 300 estudiantes con estudios avanzados, que serán los especialistas veracruzanos en diferentes disciplinas de la ciencia.

Hubo voces de académicos e investigadores que expusieron que la comunidad universitaria no tendría que depender del subsidio del CONAHCYT, si el gobierno estatal cumpliera la ley en materia de presupuesto. El rector recibió presiones para exigir más recursos, a efecto de que con ellos se pueda apoyar a quienes cursar posgrados.

En respuesta, la rectoría anunció el inicio de las gestiones ante el CONAHCYT, a efecto de resolver el problema.

De acuerdo con la información que ha circulado en altos niveles de la UV, la Rectoría habría llegado a un acuerdo con CONAHCYT: mantener el número de becas totales, pero que le dejaran la decisión de distribuirlas.

Las gestiones de las autoridades universitarias plantean que a posgrados que eran “no elegibles”, se les cambiara el status a “elegibles”, sin que esto signifique que CONAHCYT deba asignar becas a los estudiantes, y que ese punto sea resuelto por la UV.

¿Cómo lo va a resolver la UV?, de acuerdo con la información trascendida, del total de becas entregadas, la UV quitará algunas a los posgrados que desde el principio fueron calificados como “elegibles” y se las pasará a otros; es decir, que si algún posgrado tenía el 100 por ciento de las becas, ahora solo tendrá el 50 por ciento; el resto se asignaría a quienes fueron excluidos por CONAHCYT, y que ahora aparecerán como “elegibles”.

En pocas palabras, son las mismas becas y el mismo número de estudiantes que no tendrán apoyo; sin embargo, de esta manera parecerá que la rectoría hizo una gran gestión ante el CONAHCYT, lo cual hablaría de una administración “eficiente”

Se trata de una argucia de la autoridad universitaria, que se filtra unos días antes de que el rector Martín Aguilar presente su informe anual.

No es todo: con ese argumento falaz, el rector se intenta deslindar de la presión que ejercen algunos consejeros maestros, que exigen que la Universidad cobre al gobierno estatal los adeudos atrasados, correspondientes a los recursos que por ley correspondían a la máxima casa de estudios de Veracruz; para con eso cubrir temporalmente las becas de los estudiantes que ya fueron aceptados en los distintos posgrados, a quienes se prometió una beca, y a los que ahora les dicen que no son “elegibles”.

Es decir, el rector se quitaría presión y, de paso, tratará de desinflar el movimiento que exige más recursos estatales para la UV.

@luisromero85