Un novedoso tratamiento que usa un virus inactivo, permitió a un joven de 14 años recuperar su visión en Estados Unidos. Se trata de una terapia experimental cuyos resultados podrían ahora beneficiar a otras enfermedades congénitas.
Una terapia experimental que siglos atrás sólo podría haberse calificado como un milagro, permitió que un adolescente de 14 años declarado legalmente ciego, recuperara casi por completo su visión.
Se trata de Antonio Vento Carvajal, un joven cubano aquejado de epidermólisis ampollosa, una rara condición hereditaria que afecta a unas 3.000 personas en todo el mundo, haciendo su piel extremadamente frágil, lo que le genera heridas con sólo rozar algunas superficies.
Debido a la gravedad de su situación, Antonio y su madre recibieron una visa en 2012 que les permitió viajar desde la isla a Estados Unidos en busca de un novedoso tratamiento de la firma Krystal Biotech, la cual fabrica un gel que logra mantener a raya los daños.
Por desgracia, si bien esta crema pudo ayudarle con su piel, no logró ayudarlo con su ceguera. El problema tiene su raíz en el mismo gen deficiente, encargado de producir una proteína llamada colágeno de tipo 7. Su ausencia también afecta a sus córneas, las cuales quedan cubiertas por una capa blanquecina de tejido lesionado, que vuelve a crecer cada incluso si es removido quirúrgicamente.
Debido a ello, la visión de Antonio se deterioró cada vez más con el paso de los años, hasta el punto de ser declarado legalmente ciego. Según declaró a agencia AP, ya ni siquiera se sentía seguro de salir a caminar.
Fue durante este periodo que el doctor Alfonso Sabater, director del centro médico ocular Corneal Innovation Lab, se preguntó si la crema experimental que daba alivio a su piel podría ser adaptada para resolver el problema de sus ojos.
Tras contactar a Suma Krishnan, confundadora de Krystal Biotech, ambos llegaron a la conclusión de que la idea tenía sentido y que no se produciría daño al menor intentándolo.
Conocido como Vyjuvek, el tratamiento utiliza una versión del virus del herpes desactivado como “caballo de Troya” para portar el gen del que Antonio carece. En esencia es el mismo compuesto que ayuda a su piel, aunque sin una cobertura de gel de forma que pudiera aplicarse con eficiencia en los ojos.
Los investigadores avanzaron con cautela, tratándolo primero sólo en su ojo derecho después de haber sido sometido a una cirugía.
Las gotas funcionaron mejor de lo esperado. No sólo evitaron que la capa blanquecina volviera a crecer, sino que fueron mejorando la visión de Antonio mes a mes, hasta dejar su ojo derecho en un casi perfecto 20/25.
Este año se comenzó a tratar su ojo izquierdo, el cual presentaba un cuadro más agudo. Hasta la fecha se ha logrado mejorar su vista hasta un 20/50, lo que en palabras de su médico es “bastante bueno” teniendo en cuenta su condición.
Actualmente el joven debe aplicarse las gotas en sus ojos al menos una vez al mes para seguir sanando. Según explican los investigadores, dado que esta terapia no modifica el ADN del paciente, sus resultados -por ahora- no son permanentes.
Sin embargo para Antonio es más que suficiente. No sólo le permitió volver a caminar con independencia, sino lograr algo que, hasta hace algunos años, parecía un sueño: jugar videojuegos con sus amigos.
biobiochile.cl
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