La Costeña ha logrado expandir su presencia en el mercado chino como parte de su estrategia de convertirse en una marca global en los próximos 10 a 30 años. Frijoles enteros y refritos, salsas de habanero y guacamole estilo dip son solo algunos de los sabores icónicos de la gastronomía mexicana que se pueden encontrar en los supermercados chinos.
A diferencia de otras empresas de alimentos mexicanas que también han incursionado en China con productos exclusivos para ese mercado, Rafael Celorio, director general de La Costeña, dijo a Expansión que la empresa quiere llevar los productos mexicanos por excelencia a todo el mundo y, al mismo tiempo, abarcar una amplia gama de alimentos de diferentes regiones del mundo. «Queremos satisfacer los gustos culinarios y gastronómicos más diversos de diferentes países y culturas».
La incursión de La Costeña en Asia comenzó en 2010, centrándose principalmente en el mercado chino y luego expandiéndose a otras economías del continente. Actualmente, la marca está presente en 10 países asiáticos y otros 67 países de América, Europa y Oceanía.
Celorio acepta que si bien el factor cultural ha sido uno de los retos más complejos a los que se ha enfrentado la empresa al momento de incursionar a China, la innovación ha jugado un papel importante para adaptarse a los paladares en dicha parte del mundo.
“Este mismo elemento fue lo que ha impulsado que los productos que exportamos tanto a China como a otras partes del mundo hayan tenido éxito, pues modernidad y tradición son dos conceptos que van de la mano y que, así como ocurre en México, en China también son bastante valorados”, añade.
China, el importador de alimentos número uno en el mundo, se ha convertido en un destino atractivo para la expansión de empresas de alimentos de diversas partes del mundo, incluyendo a La Costeña. Aunque el gigante asiático ya no ostenta el título de país más poblado (en abril de este año fue superado por India), la demanda creciente de productos alimentarios de alta calidad, la evolución de los hábitos de consumo y la creciente clase media en China han creado un mercado dinámico y lucrativo para las empresas extranjeras.
Según un estudio realizado por la consultora Altios, los cambios demográficos acelerados, el crecimiento económico constante y la alta tasa de urbanización han contribuido a convertir a China en un destino atractivo para inversionistas de diversos sectores. Sin embargo, es en la industria de alimentos y bebidas donde se han generado las mayores ganancias a nivel mundial, alcanzando los 22.7 billones de dólares.
Celorio destaca el gran interés que ha mostrado el mercado chino por la cultura mexicana, incluyendo su gastronomía. Esto ha sido un factor determinante en el éxito de la marca en este mercado. La Costeña ofrece actualmente más de 300 productos diferentes, los cuales son elaborados en 19 líneas de producción automatizadas distribuidas en tres plantas en México, dos en Estados Unidos y una en Sudamérica.
Yao Meshi, contadora de una empresa de logística en Pekín, ha experimentado personalmente el sabor único de la salsa de habanero de La Costeña y destaca que tiene un sabor diferente al picante tradicional de China. «Tiene un sabor muy peculiar, diferente a lo que solemos comer aquí. Es un picante que no había probado antes, pero sí me gusta», añade.
La firma no cuenta con fábricas en Asia, por lo que el periodo de la contingencia sanitaria que trajo consigo el encarecimiento de los precios de los fletes marítimos tras la ruptura en las cadenas de suministro, fue para Celorio un periodo retador, sin embargo, hoy el panorama es diferente.
“Afortunadamente nuestras exportaciones se han mantenido en un nivel constante, sin representar mayores pérdidas desde entonces”, concluye.
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