Por Yair Ademar Domínguez
Lo hemos dicho una y otra vez y seguiremos insistiendo: el pueblo es principio y fin, es camino, es compromiso; con el pueblo todo, sin el pueblo nada. Es nuestra gente la que da sentido a la Cuarta Transformación. Nuestro pueblo, que ha sido utilizado como carne de cañón, como masa electoral, hoy con rostros y nombres, es la única razón de este movimiento rebosante de esperanza. No hay otra ruta.
El neoliberalismo que se asentó en nuestro país vino a desmantelar las instituciones del estado, las que servían a nuestro pueblo, para dárselas a unos cuantos. ¡Que no se nos olvide! Carlos Salinas de Gortari fue el más activo desmantelador, quien mejor sirvió a esa oligarquía y que hasta ahora intenta seguir vendiendo espejitos a los mexicanos.
Ahora, en el escenario público aparece una mujer ligada a Salinas y a Vicente Fox, quien disfrazada de “pobre” intenta vender la idea de que siempre ha buscado beneficiar a los pobres. ¡Aguas! Es un lobo disfrazado de oveja. ¿Por qué apenas ahora le nació su amor e interés por los pobres para salir por aquí y por allá gritando a los cuatro vientos que ella “es pobre” y fruto de la cultura del esfuerzo. ¡Cuánta necesidad electorera!
Lo dijo con mucha claridad el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado sábado 1 de julio de 2023 al celebrar el triunfo en la elección presidencial del 1º de julio de 2018. Luego de su brillante exposición histórica, preguntó a los mexicanos que llenamos el Zócalo de la ciudad de México, ¿Por quién estamos aquí? Por el pueblo. ¿A quién hay que servirle primero? “Al pueblo”, contestó la multitud. ¿Con quién transformar?, insistió. “¡Con el pueblo!”, se escuchó el grito rebosante. ¿En quién confiar? ¡En el pueblo! ¿Quién nos protege? ¡El pueblo! ¿Qué somos? ¡Pueblo! No se oye. ¡Pueblo!, gritaron los mexicanos. Muchas veces. ¡Pueblo, pueblo, pueblo!, se oyó retumbar el corazón de la Ciudad de México.
En su mensaje, el jefe de las instituciones se refirió a la resistencia que se vive en el país de parte de los grupos de élite. “Si se pretende cambiar una realidad autoritaria, injusta y de corrupción, no hay que ser ingenuos, no se va a contar nunca con el respaldo de las élites, y por eso es necesario, por convicción y protección política, apoyar a los de abajo, aliarse siempre y sostenerse, respaldarse con el pueblo”, asentó.
“Nosotros —nos dijo a los creyentes de la 4T— no debemos apartarnos de nuestros ideales y principios, y nunca olvidar dos frases pronunciadas por Benito Juárez y por Ricardo Flores Magón, que son la esencia misma de nuestro quehacer político: ‘Con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada’. Y ‘sólo el pueblo puede salvar al pueblo’”. Así que esa es la ruta, el principio, el camino y el fin de este movimiento que llegó para quedarse en nuestro país.
Mirar el porvenir con esperanza
Por ello, al recorrer el país como promotora de la Defensa de la Cuarta Transformación, la ex jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum dijo recientemente en México, “que la continuidad de la 4T significa mirar al porvenir con esperanza, significa rechazar una regresión al pasado de corrupción y privilegios, significa seguir avanzando en la regeneración nacional y la revolución de las conciencias, significa seguir construyendo un México de derechos, democrático, libre, justo, solidario y en paz”.
“Y en la tienda de disfraces de enfrente, del llamado frente cínico hoy se visten de demócratas pero sabemos que solo tienen un interés, regresar al México de los privilegios, de la corrupción, de los fraudes y del autoritarismo. Su engaño es cada vez más obvio para el pueblo de México”.
Más claro, ni el agua. Hay que insistir: quienes amamos este país debemos de distinguir a los lobos que disfrazados de ovejas quieren caminar entre nosotros para vendernos espejitos, honestidad y cultura del esfuerzo. ¿Qué hicieron cuando el neoliberalismo desmanteló nuestro país? ¡Nada! Fueron aplaudidores y ahora quieren aparecer como salvadores. El pueblo lo sabe y está consciente de que ahora son protagonistas y que el pueblo seguirá impulsando al pueblo.
Comentarios: Facebook Yair Ademar Dominguez Twitter @YairAdemar