Un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Berna y el Inselspital de Berna (Suiza) y la Universidad de Connecticut (Estados Unidos) ha identificado un punto débil hasta ahora desconocido en las células del cáncer de próstata que, según apunta, podría estar también esté presente en otras células cancerosas y dar lugar a nuevos enfoques terapéuticos, según publican en la revista ‘Molecular Cell’.

El cáncer de próstata es el cáncer no cutáneo más frecuente en los hombres de todo el mundo. Según estimaciones internacionales, aproximadamente uno de cada seis hombres padecerá cáncer de próstata a lo largo de su vida y, en todo el mundo, más de 375.000 pacientes morirán cada año por esta causa.

Detectan un motor del cáncer de próstata hasta ahora desconocido «Hemos estudiado más a fondo una determinada máquina molecular llamada espliceosoma –explica Anke Augspach, autora principal del estudio e investigadora del Departamento de Investigación Biomédica (DBMR)–. Desempeña un papel importante en la traducción de los genes en proteínas. En este proceso, el espliceosoma separa las partes del gen que no son necesarias para la producción de la proteína y fusiona las otras partes».

Mientras que casi todos los genes se someten a este proceso en el llamado espliceosoma mayor, el espliceosoma menor se utiliza en menos del uno por ciento de los genes.

«Sin embargo, el espliceosoma menor es enormemente importante porque procesa especialmente genes que desempeñan un papel crucial en el crecimiento celular. Y es este crecimiento celular el que se descontrola en el cáncer, pero el mecanismo exacto que lo explica sigue sin estar claro», explica Rahul Kanadia, coautor del estudio del Departamento de Fisiología y Neurobiología y del Instituto de Genómica de Sistemas de la Universidad de Connecticut.

En sus investigaciones, el equipo halló varios indicios del papel central del espliceosoma menor en el cáncer. «Pudimos demostrar que un componente específico del espliceosoma menor aumenta significativamente en el cáncer de próstata avanzado», explica Mark Rubin, coautor del estudio, del Departamento de Investigación Biomédica (DBMR) y del Centro Bern de Medicina de Precisión (BCPM). Esto llevó a los investigadores a sospechar que las células cancerosas activan el espliceosoma menor a través de este componente y estimulan así el crecimiento celular descontrolado.

Los investigadores pudieron confirmar su hipótesis con la ayuda de modelos de ensayo de laboratorio como cultivos celulares en 2D y organoides (órganos en miniatura que se cultivan en el laboratorio a partir de muestras de pacientes).

También pudieron demostrar que la inhibición del componente específico conducía a una mayor reducción del crecimiento del cáncer de próstata que las terapias estándar actuales. «En consecuencia, bloquear este proceso debería tener potencial terapéutico –afirma Mark Rubin–. «Esta es la diana que andábamos buscando».

Rahul Kanadia añade que «el bloqueo provoca una disminución del crecimiento del cáncer sin afectar al crecimiento y la supervivencia de las células normales». «Este descubrimiento supone un cambio de juego en el desarrollo de terapias combinadas más eficaces y específicas para cánceres como el de próstata y otros tipos de cáncer. Queremos trabajar en ello en los próximos años, y ya hemos solicitado la patente correspondiente», concluye Rubin.

infosalus.com

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