Desde su primer día en la cancillería, Marcelo Ebrard creyó inocentemente que su siguiente paso en la política sería llegar a Palacio Nacional con la banda tricolor terciada al pecho. Y cómo no pensar así si su amigo Andrés Manuel López Obrador le había prometido la candidatura a la presidencia después de que el propio Marcelo declinó a su favor en 2012.

Pero Andrés Manuel lo engañó y hasta ahora la cayó el veinte al canciller.

Desesperado porque sabe que no será el candidato del tabasqueño, este martes anunció su renuncia a la Secretaría de Relaciones Exteriores. Y se va por la libre a ver si en una de esas Andrés Manuel cambia de parecer y le da la candidatura que le tiene reservada a Claudia Sheinbaum.

¿Qué hará Marcelo en las semanas por venir?

El ridículo.

En vano recorrerá el país, en vano aglutinará voluntades, en vano ganará adherentes y en vano encabezará encuestas porque la decisión ya está tomada y él no será el elegido.

Y sin el apoyo de López Obrador no llegará a ninguna parte.

Quizá tenga cabida en Movimiento Ciudadano, pero el 7 por ciento de votos que tiene ese partido además de que irá en solitario en los próximos comicios, no le servirán de nada para llegar a la presidencia.

En la Alianza PAN-PRI-PRD de plano lo botaron bien feo antes de que tocara la puerta.

“Ningún retazo de Morena tiene cabida en la Coalición Va por México. Va por México no le va a abrir la puerta al oportunismo para nada” le mandó decir Alejandro Moreno el dirigente del PRI.

Mala suerte para el aún canciller al que se le están cerrando las puertas y las compuertas antes de comenzar formalmente su precampaña.

Pero el tipo es terco y obcecado porque está apostando a que Andrés Manuel lo voltee a ver aunque sea de último minuto.

El problema es que ese milagro no ocurrirá.

López Obrador tiene a su elegida que es Claudia; su plan B que es Adán Augusto López y el Plan C que puede ser cualquier pelagatos del gabinete o incluso algún gobernador. Y si el plan D no contempla a Ricardo Monreal mucho menos a Marcelo Ebrard.

Desde hace meses dije que el presidente le sacaría todo el jugo posible a este político brillante, inteligente, capaz  y pragmático para después darle una patada en el trasero. Pero no tuvo que llegar a ese extremo porque Marcelo solito se va.

El canciller hará efectiva su renuncia el próximo día 12 y de ahí pal real todo será de bajada para el mejor funcionario del gabinete obradorista. De esta manera cerrará su ciclo en su dilatada carrera política que comenzó muy joven, siendo el brazo derecho de Manuel Camacho Solís y el niño genio en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

Marcelo se va burlado y engañado, pero debe entender que así es esto del abarrote.

Adiós Marcelo, adiós.

Ramón Reyes, un liderazgo joven para el PRI

El próximo candidato de la alianza PAN-PRI-PRD a la gubernatura de Veracruz siempre sí saldrá de las filas del PRI, pero si desea alzarse con el triunfo deberá caminar mucho y recorrer la entidad palmo a palmo, al ras del suelo, municipio por municipio, comunidad por comunidad y casa por casa presentando su proyecto político y social a los ciudadanos, me dijo Ramón Reyes Viveros, secretario de Comunicación Institucional y Estratégica del PRI estatal.

Ramón sabe que no es haciendo política de café como el candidato de la oposición echará a Morena de Veracruz, sino sudando la camiseta: “Hay que volvernos a acercar a la gente, hay que repartir trípticos con el mensaje de nuestro candidato hasta en las comunidades más apartadas. Hay que ir a los votantes y no esperar a que ellos vengan a nosotros”.

Tras las elecciones del domingo anterior donde el PRI ganó por paliza en Coahuila, pero fue derrotado en el Estado de México, casi todo mundo pronunció el requiescant in pace por el tricolor, hasta que se conocieron los números finales y el gran perdedor fue el PAN que pasó de noche en Coahuila y obtuvo 1 millón 100 mil votos menos que el PRI en el Estado de México. Por lo anterior, el tricolor sigue siendo el fiel de la balanza de la Alianza y será mano a la hora de elegir a los candidatos para el 2024.

En el caso de Veracruz y antes de seleccionar al candidato a la gubernatura, el PRI se apresta a nombrar a su nuevo dirigente tras la salida de Marlon Ramírez el pasado 14 de mayo. Y hay dos opciones: la primera es que se nombre a un delegado estatal con funciones de presidente hasta después de los comicios del 2024 y éste podría ser Marlon. Y la segunda es que se emita la convocatoria para elegir al nuevo dirigente.

Ramón Reyes que aparte de ser el responsable de la comunicación del tricolor es diputado local suplente y consejero nacional del PRI, levantó la mano para sustituir a Marlon.

Reyes Viveros es un joven político veracruzano, ingeniero ambiental que milita en el partido desde los 16 años y ha dedicado su vida a la administración pública. Su tesis es que el servidor público debe dedicarse a servir sin distingo de colores, gobernar para todos y servir a todos los partidos.

En entrevista concedida a un portal de noticias, dijo que el partido debe entender su nueva dinámica, y la dinámica del PRI es en este momento de sencillez y humildad. Agregó que sería un error buscar la presidencia por sentirse importante o indispensable sin entender que la labor de un buen líder es servirle a la militancia.

“Lo que la gente nos reclama hoy es que alcemos la voz y digamos qué no se está haciendo en materia de salud, transporte, en el campo que lo tenemos abandonado totalmente. Y si nosotros observamos que nuestro líder, nuestro presidente se queda callado, vamos a volver a caer en la desesperanza porque la oposición tiene que argumentar, debatir, contrastar y si no lo hace, si no te manifiestas de esa forma, entonces no eres oposición y tampoco vas a volver a ser una opción para la ciudadanía. Y el PRI nació para gobernar, el PRI es el pueblo hecho partido” enfatizó.

Dijo que es muy importante para el PRI y los priistas “darnos cuenta que estamos en el momento crucial en que la toma de decisiones en el partido se dé con perspectiva de cambio. Tenemos que salir a una contienda fortalecidos, cercanos a la ciudadanía, debemos de caminar, escuchar a la gente en los taxis, en los camiones, en los campos de futbol. Debemos hacer labor social en las clínicas, las penitenciarías y los distintos lugares donde la gente está siendo maltratada”.

Este es en síntesis lector, el proyecto que trae bajo el brazo el joven Ramón Reyes Viveros para mejorar al PRI y por ende a la sociedad veracruzana.

bernardogup@nullhotmail.com