Norma Jeane Mortenson, mejor conocida como Marilyn Monroe, fue considerada por muchos como el mayor icono femenino del siglo XX; una mujer enigmática, inolvidable, icónica e irrepetible, cuya vida ha sido plasmada en películas, libros y documentales. No obstante, los misterios que rodean su muerte aún siguen vigentes. ¿Se suicidó? ¿Tuvo una sobredosis involuntaria? ¿Fue asesinada?
El deceso de la actriz conmocionó al mundo, todos se cuestionaban cómo era posible que una de las mujeres más exitosas y queridas de la historia del cine hubiera muerto de forma repentina y en circunstancias tan extrañas.
Recordemos que Monroe tan solo tenía 36 años cuando fue encontrada sin vida, han pasado cinco décadas y hasta el día de hoy no hay una respuesta definitiva a lo que ocurrió aquel fatídico 4 de agosto de 1962.
Pese a las investigaciones que explican la muerte de la icónica actriz, surgieron varias teorías; una de las más relevantes, es que la diva del cine fue asesinada.
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La versión oficial sobre la muerte de Marilyn
De acuerdo con los periódicos de la época, la madrugada del 5 de agosto, Eurice Murray, el ama de llaves de Marilyn, se percató que la puerta de la habitación de la actriz estaba cerrada, pero la luz seguía encendida, la mujer llamó a Ralph Greenson, psiquiatra de la intérprete, quien acudió a su casa en Brentwood, California, llamó a la puerta y cómo nadie respondió rompió la ventana de la habitación y encontró a Monroe muerta sobre su cama, con un frasco de somníferos vacío junto a la mesita de noche.
La autopsia realizada por Thomas T. Naguchi, conocido como el forense de las estrellas, reveló que no había señales de violencia ni pinchazos en el cuerpo de la actriz, por lo que descartó que hubiese sido agredida o asesinada.
¿Qué revelaron los análisis de sangre?
Los análisis de sangre revelaron el motivo por el cual murió Marilyn: una cantidad masiva de pentobarbital, un barbitúrico recetado para trastornos nerviosos e insomnio.
La muestra de sangre también mostró un nivel no fatal de hidrato de cloral, una droga que se prescribe para el insomnio.
Pero, lo que todos se preguntaban era: ¿cómo entró el barbitúrico en el cuerpo de la actriz? ¿lo había consumido la propia Monroe o alguien la había obligado a hacerlo?
Para responder la primera pregunta sólo existen tres posibilidades: por medio de una inyección, vía oral o a través del intestino grueso. La primera estaba descartada porque el cuerpo de la actriz no presentaba marcas.
No obstante, la respuesta a estas dudas fue resuelta por el hígado de Marilyn y es que el análisis de sangre mostró que la proporción de ese fármaco era el doble de la encontrada en la sangre.
Es decir, que la actriz fue consumiendo poco a poco el fármaco y su cuerpo había ido absorbiendo la sustancia antes de su muerte. Esto significa que nadie había obligado a Marilyn a consumir el barbitúrico.
Tras todas las pruebas presentadas, el forense de Los Ángeles clasificó de “probable suicidio” la muerte de Monroe; sin embargo, el público no quedó satisfechas con el resultado y durante años se empezaron a popularizar teorías conspirativas entorno a su muerte.
Debido a que habían muchas dudas entono a su fallecimiento, la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Los Ángeles decidió reabrir el caso.
Durante esta segunda investigación no hallaron pruebas que corroboraran las teorías de homicidio, sin embargo, sí que llegaron a conclusiones que ponían en duda el “posible suicidio” de Marilyn Monroe.
¿Marilyn Monroe fue asesinada?
Existen algunas inconsistencias que los fans han señalado entorno al veredicto sobre la muerte de la actriz, una de ellas es que habitación en la que se encontraba había sido totalmente aseada y ordenada por la ama de llaves antes de que llegaran las autoridades.
Además el diario de Marilyn y los registros de telefónicos de esa noche no estaban.
Otra cosa fue que el ex auxiliar forense en el caso de Marilyn, Lionel Grandison aseguró que su superior jerárquico le obligó a firmar el certificado de defunción de la actriz el 5 de agosto de 1962, día de su muerte.
También afirmó haber visto el comentado diario personal de Monroe que presuntamente desapareció de las oficinas del forense, y dijo que el diario contenía referencias al presidente John F. Kennedy y a su hermano Robert.
¿Qué tienen que ver los Kennedy?
Para nadie era un secreto que la actriz tenía una relación con los hermanos John y Robert Kennedy, quienes eran políticos muy importantes en esa época.
De esta amistad surgió la suposición de que el hermano menor del entonces presidente de Estados Unidos mató intencionalmente a la actriz para ocultar su aventura y proteger su incipiente carrera política.
Las personas creen que Monroe sabía información que comprometería seriamente el futuro de ambos.
La teoría sostiene que los Kennedy contaron con la ayuda del FBI y de su fundador, J. Edgar Hoover, para maquillar la escena del asesinato con el objetivo de que pareciera un suicidio.
El escritor Anthony Summers publicó en 1985 Goddess: The Secret Lives of Marilyn Monroe, la famosa biografía de la actriz que hace poco volvió a actualizar, en este documental el periodista publicó más detalles desconocidos.
Summers consiguió entrevistar a más de 700 personas, algunas de ellas con un conocimiento muy estrecho de los últimos días y horas de vida de la actriz, como su ama de llaves, Eunice Murray, o la familia del doctor Ralph Greenson, su último psiquiatra.
En la versión actualizada de su libro y el documental El misterio de Marilyn Monroe: cintas inéditas, de Netflix, Summers señala que Robert Kennedy estuvo en casa de Monroe por la tarde el día de su muerte.
Según el informe de Summers, Monroe le dijo a un amigo que estaba “muy enamorada y que iba a casarse con Bobby Kennedy“. Murray también afirma que Kennedy y Monroe tuvieron una terrible pelea el día de su muerte.
“No encontré nada que me convenciera de que fue asesinada, pero sí hallé pruebas de que las circunstancias de su muerte fueron deliberadamente encubiertas”, sostiene Summers.
Lo cierto es que los últimos años de la protagonista de ‘Con faldas y a lo loco’ no fueron demasiado felices.
Sus fracasos sentimentales y profesionales le habían sumido en una depresión y personas cercanas a ella revelaron que tomaba fármacos recetados por dos doctores distintos y sin comunicación entre ellos y de su psiquiatra Ralph Greenson.
Reporte indigo