Si alguien recuerda la última vez que el gobernador Cuitláhuac García se reunió con grupos feministas, le pido de cuates que no sea gacho y pase el dato. Y es que desde su primera reunión en 2019, otra de esa naturaleza se pierde en el tiempo y el espacio.

Belem Palmeros Exsome, activista por los derechos de las mujeres dijo aquel año: “Ha habido mucho acercamiento del gobernador con nosotras desde que estaba en campaña y luego cuando fue electo. Hubo acercamiento con la Red de Mujeres Feministas y yo la verdad reconozco que es la primera vez que un gobernador está sentado con su gabinete, escuchando por cuatro horas acerca de lo que es género, derechos humanos, la alerta de género. Yo realmente sí lo celebro”.

Y fue la única celebración.

De entonces a la fecha Cuitláhuac ha hecho gala de su indolencia con las mujeres, pero sobre todo de su misoginia y su falta de respeto hacia ellas.

En Veracruz una mujer puede ser golpeada y no pasa nada; puede ser violada, denigrada o asesinada y la vida sigue. Y puede ser agredida por el gobernador y tampoco pasa nada.

Bastó con que el organismo feminista Equifonía dijera que la administración de Cuitláhuac García ha hecho bien poco por brindar protección a las mujeres, para que el señor las acusara de mentir con tal de “atraer a los medios”. Si declaran contra su gobierno es porque aspiran a cargos públicos, aseguró. Y de ribete les dijo “falsas feministas”.

¿Dónde estaban las de Equifonía cuando un juez ordenó la liberación de los padres de Marlon Botas acusados de encubrir a su hijo después de que atacó a su novia Montserrat? ¿Por qué callaron ante el energúmeno de Rogelio Franco Castán, acusado de atacar violentamente a quien fuera su pareja?

Cínico o ignorante, Cuitláhuac pasó por alto que no fue un togado sino un Tribunal Colegiado, el que ordenó a un juez reponer la audiencia de vinculación a los padres de Marlon. El juez reconoció que la Fiscalía no aportó los elementos necesarios para procesarlos, por lo que ordenó la libertad de los dos que siguen en prisión.

Rogelio Franco es todo un caso. Ha echado para abajo once acusaciones que le ha imputado la Fiscalía General del Estado entre ellas las de violencia familiar. Y sin embargo, sigue encarcelado.

A Rogelio le han fabricado todos los delitos. Y en el caso de los padres de Marlon, su encarcelamiento es injustificado.

¿Qué tiene que ver en esto Equifonía? Quien sabe, pero desde la perspectiva de Cuitláhuac tienen mucha culpa pues con su silencio “se les cae la máscara”.

En respuesta, las integrantes de ese organismo calificaron de “graves” los señalamientos del gobernador pues con ello fomenta un discurso de odio que las pone en riesgo.

“En sus declaraciones públicas el gobernador intenta condicionar el derecho a la organización, asociación y libre expresión y establecer cuáles son, a su juicio, la obligación que debemos cumplir las organizaciones. Olvida que como representante del estado, está obligado a respetar la autonomía que rige a las asociaciones civiles legalmente constituidas”, dijo María Fuentes Manzo representante de Equifonía.

Y Cuitláhuac les reviró, sólo para enredarse con las palabras y para agregar más dislates a sus dislates. ¿Cuál discurso de odio? “No veo dónde está el discurso de odio. Cómo va a ser un discurso de odio si lo que estamos haciendo es que se hable del tema de los jueces que protegen a feminicidas”.

Pero se equivoca. Hasta donde se sabe ningún juez ha puesto en libertad a feminicida alguno cuando la acusación está bien cimentada.

Si han liberado a presuntos criminales, se debe a que la Fiscalía General del Estado con Verónica Giadáns al frente, sigue sin aprender a elaborar las carpetas de investigación.

Luego entonces, es la Fiscal estatal y no los jueces, la responsable de que bandidos, asesinos, violadores, corruptos y secuestradores anden sueltos.

Esto no debe extrañarnos si se toma como base que la Fiscalía veracruzana ha trascendido su incapacidad. Ya no es la peor de México, sino la peor de América Latina.

Y Cuitláhuac García sigue siendo uno de los peores gobernadores de este país. Sin contar con que su misoginia raya en el pecado.

¿Y si el PRI da el campanazo?

Si bien en Coahuila al parecer ya se coció el arroz y todo indica que el candidato de la alianza PRI, PAN, PRD Manolo Jiménez Salinas se alzará con el triunfo el próximo domingo, en el Estado de México no pintan igual los números para la abanderada de esa alianza Alejandra del Moral.

Sin embargo, algo sabe el diputado local Marlon Ramírez Marín que este martes declaró: “Así como en Coahuila y en el Estado de México en donde llegarán jóvenes a gobernar, lo mismo sucederá en Veracruz; llegarán personas con experiencia, con ideas frescas, con alegría de vivir, no personas reprimidas y resentidas”.

Marlon agregó: “Es momento del cambio, que se vaya Morena y los que llegaron con ese gobierno, porque está claro que no pudieron con el paquete de gobernar y cumplir sus promesas a la ciudadanía; les quedó grande México y les quedó grande Veracruz”.

Lo cierto lector es que si contra todos los pronósticos el PRI gana en el Estado de México, habrá dado el campanazo de su vida y seguirá más vivo que nunca.

Veremos.

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