Se acabó Succession y uno se queda como que huérfano
—Chopenjawer
El presidente Andrés Manuel López Obrador habló este lunes de un «golpe de Estado técnico» por parte del
Y no es para menos: ya se ve una abierta confrontación entre ambos poderes.
Lo anterior, luego de que nuevamente salieron suspensiones definitivas por parte de un juez para paralizar la obra del Tren Maya, que ha tenido varios intentos (y evidentes retrasos) de ser detenido por órdenes de un togado.
En este caso, AMLO advirtió que las obras no van a detenerse, lo que ya anticipa una nueva rebeldía del eterno rebelde: “Van a seguir queriendo parar las obras, pero no van a poder porque de acuerdo a la Constitución, a las leyes, tenemos nosotros el derecho de hacer obras en beneficio del pueblo, no se van a poder cancelar las obras, no se puede”.
“Una cosa es que violen la Constitución… a ver que me digan los ministros si no la están violando cobrando más de lo que cobra el presidente, y otra pues es ya querer dar un golpe de Estado, neutralizando al Poder Ejecutivo, o sea que ya no ejecutamos nada. Es cancelar un poder, sería un golpe de Estado técnico”, expresó.
Quizás el principal problema de la Cuarta Transformeishion, en general, es que padecen de la falta de abogados entre sus filas. Se entiende que el Movimiento de Regeneración Nacional precisamente tiene sus bases en sectores populares, lejos de los políticos tradicionales a los que nos acostumbramos por décadas. Luego entonces, por eso tenemos un catedrático, ingeniero de profesión, en la gubernatura de Veracruz. El mismo caso en la Secretaría General de Gobierno, como ocurrió también en el sexenio de Javier Duarte, quien tenía a Gerardo Buganza.
En el entender de una justicia histórica, la 4T ve al Poder Judicial como una élite que durante años se ha beneficiado de una complicidad con el Poder Ejecutivo, teniendo privilegios como salarios estratosféricos y prestaciones de lujo que no van de acuerdo a la austeridad republicana que tanto reclaman López Obrador y su movimiento.
En este sentido, para muchos de quienes militan, se identifican y simpatizan con la 4T, pesa más el argumento de que no sólo se trata de obedecer las leyes, las cuales también han sido usadas a conveniencia de grupos de poder político o élites empresariales, sino que también pueden cuestionarse.
Dicen que Gandhi decía: ”cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer”.
Sería ingenuo pensar que todos los jueces son totalmente objetivos y apegados a derecho (al igual que los políticos). Definitivamente hay grupos con intereses definidos, que aprovechan su posición para hacer negocios o hacer crecer su coto de poder.
Pero el punto es cómo se tuerce la ley por ambas partes: un periodista de Acayucan nos platicaba hace algún tiempo, por ejemplo, que cuando un alcalde quiso meter en orden —con la ley en la mano— a los ganaderos en cuanto a la cantidad de ganado que reportaban al Ayuntamiento, fue un diputado local del PRI (en las épocas del priatio absoluto) quien por órdenes de Palacio de Gobierno metió una iniciativa para derogar parte de esa ley y dejar sin efecto las disposiciones del poder municipal.
El caso de la Torre Centro, en pleno centro histórico del puerto de Veracruz, es un ejemplo de cómo el influyentismo, la complicidad con jueces, pueden permitir que un grupo económico-político se beneficie para construir un edificio privado con fines de lucro.
Y así como el ejemplo de la Torre cuando el Poder Judicial se pone a disposición de particulares, por el otro lado está la insistencia de los actores de la Cuarta Tranformeishion en pensar que más allá de la ley hay un mandato popular que los ampara.
En los últimos meses, por ejemplo, fue notorio el incremento de las liberaciones de delincuentes de alto perfil o el descongelamiento de los bienes del ex secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna (preso en el gabacho). Acá en la aldea, la sorprendente liberación de los padres de Marlon “N”, el presunto feminicida de la joven Monserrat, quienes ayudaron a su hijo para mantenerse evadido de la justicia.
Pero no todo es pleito: acá en el Congreso del Estado acataron la disposición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que se hagan foros de consultas antes de aprobar alguna iniciativa. O sea, sí creo que ha habido una institucionalidad más allá de los sombrerazos mediáticos, pero también hay una lucha por defender la llamada Cuarta Transformación cuando ven que el Poder Judicial se ha convertido no en un contrapeso, sino un adversario que bloquea el proyecto.
El propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez, en su conferencia de prensa desde Palacio de Gobierno, explicó que no es fácil cambiar estructuras del pasado (como los consejos reguladores) que al momento de proponer su desaparición o modificación en la fallida Reforma Eléctrica, fue la propia SCJN la que permitió los amparos y ocasionaron que se mantuvieran esos órganos burocráticos creados en gobiernos anteriores. Expuso que la propia secretaria de Energía, Rocío Nahle, le comentó en una plática que se ha enfrentado a miles de amparos para hacer cualquier acción de gobierno.
“Es una estructura del viejo régimen que todavía la tenemos y no podemos deshacernos de ella”, subrayó.
Hace poco, la controvertida senadora Citlalli Hernández decía que “la oposición no hace política, judicializa todo y quiere conquistar vía la SCJN lo que el pueblo le ha negado en las urnas”. Esa es la óptica de la 4T.
Y en parte le dan la razón a la senadora, porque este mismo lunes el presidente López Obrador recordó que, a través de la Suprema Corte, estaba la absurda propuesta de que el titular del Ejecutivo fuese destituido por “desacato judicial”; iniciativa que no prosperó, pero que se filtró desde la bancada del PAN en el Senado.
El asunto es que sí: el Poder Judicial ya no es un contrapeso, sino un aliado del que se cuelga la oposición, en aras de parecer respetuosos de la ley que usaban a conveniencia.
NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Que luego de que aparecieran cuerpos descuartizados en el municipio de Coatzintla, se sabe que dejaron una cartulina con mensaje dirigido a un tal Reveriano, quien suponemos es el ex alcalde de Coxquihui famoso por su banda delictiva “Los Pelones”, que opera en el Totonapacan y que estaría involucrado en los recientes hechos de violencia que azotan a esa región norte del estado.
OTRA NOTA: A menos de una semana para las elecciones en el Estado de México y Coahuila, en lo que es la antesala para la gran elección presidencial del 2024 y la de la gubernatura en Veracruz y otros estados (así como senadores y diputados federales), las encuestas más serias han dado cifras muy parecidas, y en el caso del Estado de México se habla de que podría haber una transición en el cambio de poderes y el PRI finalmente estaría saliendo del Palacio de Gobierno para darle la estafeta a Morena… Encuestas de Forbes y El Universal ya hablan de 20 puntos de diferencia entre la puntera Delfina Gómez y su contendiente Alejandra del Moral… En Coahuila persiste la insistencia del Partido del Trabajo –supuesto aliado de Morena y AMLO– con su abanderado Ricardo Mejía (quien recordamos como subsecretario de Seguridad) para mantener una división que le están costando puntos al movimiento lopezobradorista y eso le daría el triunfo al PRI en esa entidad, que se convertiría en el último bastión del tricolor en el país.
LA ÚLTIMA PORQUE VAMOS A TERMINAR LA DE “FUBAR” CON CHEGUELEGUER: Juan Javier Gómez Cazarín se ha convertido en pieza clave para la 4T en Veracruz. Es un diputado local muy peculiar que se sale de los parámetros de solemnidad sin perder la seriedad de su cargo político; es fanático de las redes sociales, le gusta la música guapachosa y, en general, es un tipo que no tiene poses. Muy auténtico… Este lunes se confirmó que tuvo un accidente vehicular y que afortunadamente no tiene lesiones graves, pero que sí necesitará descanso luego del suceso… Desde aquí le deseamos pronta recuperación a él y a los demás involucrados.