No cabe duda que el gobernador y sus secuaces legisladores no tienen ni idea de lo que fueron a hacer el sábado frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Lo que en su infinita ignorancia suponen que fue una buena ‘puntada’ eso de andar paseando un ataúd con las fotografías de algunos ministros de la Suprema Corte de Justicia –principalmente la de su Presidenta Norma Piña-, no sólo configura el delito de amenazas sino también que tendrían que ser sometidos a juicio político, así sin tocar baranda.
El Gobernador, sus funcionarios e ignaros legisladores –a esos a los que la Suprema Corte les ha enderezado la plana hasta el cansancio-, se portaron como verdaderos sicarios de la delincuencia organizada. ¿Pasear el ataúd con la imagen de una persona no es lo mismo a enviar una corona de flores como amenaza de muerte? A huevo.
Pero pues no les importa. Para eso tienen el dinero y el poder. Y más aún, sólo estaban cumpliendo instrucciones del huésped de palacio nacional, actuando según la logística que les instruyeron desde la oficina de la Jefa de Gobierno. Y todavía se ponen a presumirlo en redes sociales. Ya llegará el tiempo en que pidan perdón y clemencia.
En un régimen verdaderamente democrático, el jumento que trabaja de gobernador de Veracruz hubiera sido arrestado de inmediato y puesto a disposición de las autoridades. En cambio, sólo arrancó la sonrisa de beneplácito del Presidente.
Cuitláhuac García tendría que ser sometido a juicio político por la sencilla razón de haber atacado a las instituciones democráticas; y a la forma de gobierno republicano, representativo, federal, como está escrito en el artículo séptimo de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos.
La Cámara de Diputados tiene todos los elementos para iniciar el procedimiento de juicio político en contra de Cuitláhuac García por violaciones graves a la Constitución General de la República. Pero no lo harán porque sólo estaba cumpliendo un capricho del Presidente.
Si el próximo año pierden la mayoría en el Congreso federal, muchos personajes como Cuitláhuac García podrían tener un triste final. Podría ser el sexenio de los cuchillos largos. De tarea para que lean mis niños.
Morenistas jarochos madrean a reporteros chilangos
Y como si el espectáculo del acarreo y los vergonzosos discursos de la pléyade de borricos no fuera suficiente, resulta que los porros jarochos tuvieron el detalle de madrear a reporteros chilangos que cubrían la infame manifestación.
Según las crónicas periodísticas, simpatizantes de Morena agredieron a dos periodistas de Radio Fórmula, mientras realizaban el mitin del gobernador de Veracruz, frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El mismo sábado, Radio Fórmula informó que el reportero Juan Antonio Jiménez y su camarógrafo resultaron lesionados, luego de que los sujetos los golpearon y patearon.
“Fuera medios de comunicación, no los necesitamos. Ya tenemos a los nuestros” gritaban los furibundos morenistas aldeanos. Y sí. A diferencia de la burocracia tortera, el grupúsculo de reporteros “invitados” a cubrir el mitin recibieron trato VIP; lo que por supuesto se reflejó en su cobertura informativa.
Nada qué extrañar. Cada régimen tiene a sus medios y reporteros consentidos. La madriza al menos sirvió para que los medios chilangos se enteren del trato que reciben los medios locales y la “apertura” del gobierno de Cuitláhuac García.
Héctor Yunes, sus posibilidades y sus canicas
En la construcción de la alianza opositora, muchos dan por hecho cosas que aún no suceden: que Dante será quien determine quién será el candidato, que la suerte ya está echada a favor de Pepe Yunes, que la alianza no necesitará al PRI pero sí a los priistas, que la luna es de queso.
La candidatura está a años luz. Si bien es cierto que las negociaciones al más alto nivel no paran, también lo es que no se ha decidido quienes formarán la alianza, cuál será el método y/o criterio para elegir al candidato y cómo se repartirán el pastel del resto de las candidaturas. Por tanto, aunque hay favoritos, nada está definido.
Tal vez esa sea la razón por la que Héctor Yunes, el único aspirante sin cargo público o de elección popular, es quien tiene la agenda más cargada. Según se observa en sus redes sociales, lo mismo está en Ozuluama o la huasteca, que en la Mixtequilla o viajando de madrugada por las intrincadas autopistas del sur del estado.
En las últimas semanas, nadie ha recorrido el estado como él. Nadie está trabajando por la candidatura como él. Ha hablado con todos: alcaldes de todos los partidos, dirigentes de comités municipales de todos los colores, con las estructuras y con las organizaciones, con la gente del barrio y las colonias, con líderes religiosos, con dirigentes sindicales, con medios de comunicación.
Habrá quien no crea en sus posibilidades, pero su activismo confirma que nada está decidido. Que está sumando seguidores y canicas en busca de su proyecto. Y esto se está reflejando en las encuestas. Es muy posible que no sea el favorito de todos, pero no tiene el veto de nadie.
Héctor Yunes no se doblegó ante Fidel en la plenitud del pinche poder. No se doblegó ante Duarte a quien terminó arrebatando la candidatura. No lo doblegó perder una elección a Gobernador. No se va a doblegar ahora que se ha convertido en la voz más crítica de la 4T en Veracruz.
Lo que sí es seguro es que estará sentado a la mesa de donde se decida la conformación de la alianza opositora, el candidato y, en consecuencia, el futuro de Veracruz. Conste.
La ratonera
Autoritarismo y servilismo. En la celebración del día del maestro se confirmó una penosa paradoja. Antes, muchos maestros protestaban frenéticamente en contra del gobierno por lo que no les daban; hoy agradecen a rabiar por lo que no les quitan.