El vergonzoso desvarío de Cuitláhuac García de utilizar millones de pesos del erario público para movilizar forzosamente a cientos de burócratas y llevar un plantón frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, confirma que a Veracruz ¡le urge un Gobernador y un verdadero Congreso local, y no una horda de porros!
Tal vez ya se le olvidó, pero el primero de diciembre de 2018, Cuitláhuac García protestó “guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la del Estado y las Leyes que de ambas emanen”.
De conformidad con nuestra Constitución Política, también asumió el compromiso de “desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Gobernador que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Nación y del Estado de
Veracruz de Ignacio de la Llave”.
No ha hecho ni lo uno, ni lo otro. Hoy pretende gastar el dinero de los veracruzanos para quebrantar la ley, olvidarse de la investidura y sumarse al linchamiento obsesivo del Presidente frente a una Suprema Corte verdaderamente autónoma e independiente.
Pero, ¿por qué iría el gobernador de Veracruz y sus amanuenses legislativos a protestar en contra de la Suprema Corte de Justicia? Sencillamente porque en uso de sus facultades y atendiendo la Constitución, la SCJN declaró inválido el Plan B electoral del Presidente, que pretendía desaparecer al INE y erigirse como el gran elector.
En sus redes sociales, el gobernador de Veracruz publicó: “Por la Defensa de la Soberanía del Pueblo y Contra la Corrupción que Invade a la SCJN, me sumo a la concentración pacífica frente a la sede de la @SCJN. Convocamos al pueblo de México a defender la democracia y su soberanía (art. 39).”
Aclarando paradas. No se puede defender la soberanía del pueblo, cuando se ha entregado la autonomía del estado al Presidente; no pueden estar contra la corrupción, cuando utilizarán, una vez más, millones de pesos del presupuesto para movilizar en contra de su voluntad a trabajadores de los tres poderes del Estado. No se puede “defender la democracia y su soberanía” desconociendo la Constitución y las leyes.
Cuitláhuac García no ha gobernado Veracruz. Se ha dedicado a mal administrar los bienes del estado para complacer las exigencias del Presidente, devolverle los recursos que nos pertenecen y someter la autonomía de la entidad. En Veracruz, el federalismo fue sustituido por un servilismo vergonzante y autómata.
Pero en su infinita arrogancia, el gobernador pretende arrastrar también al Congreso del Estado, controlado por una mayoría ignorante y servil, capaz de asumirse a la par en conocimiento y experiencia a los Ministros de la Corte. Resulta que cuando la ignorancia es osada, la estulticia se convierte en una virtud.
Los legisladores de Morena suponen encontrar la oportunidad de oro para cobrar revancha en contra de la Suprema Corte, la misma que una y otra vez ha tenido que revertir reformas legislativas producto de su ambición e ignorancia.
Hoy Veracruz no tiene un Gobernador, sino un activista de Morena obsesionado por lisonjear a un Presidente cada vez más alejado de la realidad.
La buena noticia es que faltan 384 días para que se vayan.
La puntita
La educación es, a la par de la inseguridad y la economía, el gran reto de este siglo para nuestro país. Celebremos a quienes enriquecen el alma y construyen la sociedad del México del presente. ¡Feliz Día del Maestro!