Cuando la diputada local Rosalinda Galindo (Morena) dijo que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no superan en conocimiento a los legisladores, no hay la menor duda de que estaba pensando en Ana Miriam Ferráez, el buen Maleno o ella misma.

“A nosotros no nos superan los ministros, son ciudadanos igual que nosotros y en lo personal, yo también tengo mis conocimientos” (sic), dijo la maestra de prepa, amiga del Gobernador, que jamás imaginó que la vida la volvería millonaria a ella y su familia de un día para otro.

Seguro pensaba también que en las más de veinte ocasiones los ministros le han corregido la plana al Congreso de Veracruz por reformas a las leyes o aprobaciones mal aplicadas.

Son épica las intervenciones en tribuna de los cuasi jurisconsultos que derraman sabiduría y conocimiento de las leyes; esas fantásticas exposiciones donde cual muñecos de ventrílocuo repiten los que sus asesores les escriben, aunque no entiendan ni el título.

El roznido fue completo: “Ellos no fueron electos por el pueblo, nosotros sí, por eso es que hacemos todas esas reformas como representantes populares y es por eso que tenemos todo el derecho, pues ese derecho nos los dio el pueblo, por eso es la molestia, por eso nos vamos a manifestar”.

Sus profesores de la facultad de Derecho deben estar muertos de pena. Asegurar que los ministros se convierten en legisladores sólo por el hecho de invalidar reformas legislativas es demencial.

Señora: los ministros no legislan. Pusieron que evidencia que los legisladores de Morena se pasaron por el arco del triunfo el proceso legislativo y consumaron las órdenes del presidente al margen de la Constitución. Eso fue lo que pasó. Lo demás es servilismo de los legisladores que irán, con recursos públicos, a hacer el ridículo a la Suprema Corte de Justicia.

Rosalinda es una mujer inteligente. Es una legisladora responsable que cumple muy bien con su trabajo. Lástima que la servidumbre y los compromisos por sus familiares en las nóminas del estado la obliguen a decir y pensar cosas que jamás diría desde su condición de abogada litigante.

Los paladines de la honestidad, desmantelan el sistema anticorrupción y van por el IVAI

Dicen los ínclitos diputados locales, entre ellos la presidenta de la Mesa Directiva, Margarita Corro, que los organismos autónomos no sirven para maldita la cosa… y tiene razón.

El problema es que no sirven para nada porque ese es el propósito del propio Congreso al designar a sus responsables. No quieren que toquen al gobernador y su pandilla ni son el pétalo de una observación.

Desde la creación del Sistema Estatal Anticorrupción en Veracruz en 2018, el cargo de secretario técnico de la Secretaría Ejecutiva ha tenido un común denominador: los titulares de ese despacho han sido cercanos a los dos últimos partidos en el gobierno.

El 23 de diciembre de 2021 se nombró en el puesto a Adriana Linares Capitanachi, quien fue presidenta del Congreso local en la pasada legislatura.

A la exdiputada local, primera mujer presidenta con un congreso de mayoría de Morena, le fueron “dispensados” los requisitos de ley para hacerse cargo de una de las áreas más importantes del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA).

El SEA entró en operación en agosto del 2018, en sólo cuatro años y cinco meses, se han nombrado a cinco secretarios técnicos, todos ligados con el partido en el poder. Pero los encargados de implementar políticas públicas para erradicar la corrupción han sido observados por el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), por irregularidades en el manejo de los recursos públicos.

Quienes no permiten que los organismos autónomos hagan su trabajo, ahora piden que desaparezcan. Matarán dos pájaros de un tiro: terminarán con las agencias de colocaciones que se han convertido, y de paso se entregan un cheque al portador para lograr impunidad.

Nadadoras mexicanas abofetean a la 4T

Tuvieron que recurrir al patrocinio de Carlos Slim, quien se puso la del Puebla con los boletos de avión y el hospedaje. El resto lo tuvieron que hacer ellas vendiendo trajes de baño y realizando eventos para reunir el dinero suficiente para poder competir.

De la Conade no recibieron más que el permiso de representar al país. Negárselo hubiera sido la peor de las chingaderas de quien alguna vez fue un orgullo mexicano en las pistas y ahora es la peor expresión de un dirigente deportivo: Ana Gabriela Guevara.

Resulta que las nadadoras mexicanas se impusieron a Italia y Francia en la categoría de equipo técnico. Abofetearon la corrupción de la Conade.

“Ante la falta de apoyo económico de la Comisión Nacional del Deporte (Conade) que las obligaron a vender trajes de baños y buscar apoyo de la iniciativa privada, la Selección Mexicana de natación artística consiguió la medalla de oro en la Copa del Mundo de la especialidad que tuvo lugar en Soma Bay, Egipto”. (Proceso).

Ocho horas después de que el Comité Olímpico Mexicano (COM) informó que la Selección Mexicana de Nado Sincronizado (Natación Artística) ganó la medalla de oro en el Mundial de la especialidad en Egipto, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador felicitó a las atletas.

¡¡Qué desmadre!! Si el Presidente las felicitaba, se lo iban a comer vivo por el desprecio, la incompetencia y el oportunismo que felicitar a alguien a quien reiteradamente se le negó el apoyo. Ignorar un logro tan importante, también sería motivo para madrearlo a él y a su gobierno.

Optaron por la cortina de humo y una felicitación a nombre del gobierno, no del Presidente. ¡Bola de cínicos y culebras!

La ratonera

Por más que se sacuden, la pandilla de palacio sigue teniendo dos ramas de pica pica en los calzones: Sergio Gutiérrez Luna y Fidel Kuri. A ver cuál pica más…