La delincuencia organizada ha crecido tanto en México que a estas alturas se duda haya una institución que, en principio, la pueda frenar y después la haga perder terreno.
Su poder corruptor ha corroído prácticamente todo ¿o cómo traducir que el trasiego de droga siga a todo lo que da, como también lo están la explotación de migrantes, la desaparición de mujeres ligada a la trata de personas, el asalto en carreteras, los secuestros, las extorsiones, los cobros por producir o vender alimentos y un largo etcétera?
No es que antes no tuviera poder la delincuencia organizada, pero esta problemática detonó a partir del gobierno de Fox.
Especialistas en temas de seguridad afirman que tuvieron que ver dos factores.
1. La gran influencia de unos jóvenes en el foxismo que habrían “vendido” los cargos de administradores de aduanas, derivando en que las mafias se adueñaran de ellas y los centros aduaneros terminaran siendo grandes coladeras, como lo seguirían siendo.
2. Desaparecieron corporaciones de seguridad las cuales eran sostenidas por comandantes policiacos que por un lado se entendían con los cárteles, pero por otro eran los que mandaban. Tras los cambios, llegaron jefes que, en principio, desconocían cómo golpear a la delincuencia y habrían terminado por arreglarse con ésta, pero bajo el término de que el mando pasó a los capos.
Y van más de veinte años de violencia e inseguridad en niveles que antes no se padecían.
Ahora la falta de recursos no es pretexto. Nada de que militares o policías estatales disparan con mosquetones y los delincuentes con armas sofisticadas. Este año el Ejército dispondrá de casi 112 mil millones de pesos, la Secretaría de Marina de 42 mil millones y la Guardia Nacional de más de 34 mil millones.
Son alrededor de 188 mil millones de pesos lo que se invierte en esas tres instituciones. Súmele lo de policías estatales y municipales. Dinero para la seguridad no falta, ¿qué falta entonces?
También se dijo que, por miedo o conveniencia, los civiles dedicados a las tareas de seguridad pública terminaron entregándose a la delincuencia. En la actualidad, al menos la mitad de las corporaciones policiacas de los estados (como en Veracruz) tienen mandos del Ejército y de la Marina y en 24 entidades federativas, de acuerdo a reportes de la prensa, hay más soldados, marinos y guardias nacionales (192 mil mil) que policías (no es el caso de Veracruz).
Como se ve, las fuerzas militares, tengan o no legalmente a su cargo a la Guardia Nacional, son las que dominan las tareas policiacas en gran parte del país. Imponen a los secretarios de Seguridad Pública y si no los vetan.
¿Y eso de qué ha servido en términos reales para bajar los índices de inseguridad? ¿Qué cambió entre los resultados dados por el supuesto doctor en Nuevo Sistema Penal Acusatorio Hugo Gutiérrez Maldonado y los que da el capitán de navío Cuauhtémoc Zúñiga? Las organizaciones civiles tienen unos datos y el gobierno otros, pero en esa suma y resta la realidad arroja que los mexicanos siguen sufriendo por la inseguridad.
¿Qué está pasando con los militares en labores de policías?