Académicas y expertos presentaron la primera parte de los hallazgos sobre los impactos del paso del Tren Maya en las comunidades y los ecosistemas de la Península de Yucatán. Los mismos denunciaron que el mismo Conacyt se rehusó a publicar los resultados de las investigaciones.
El domingo por la tarde se dieron cita reconocidas académicas y expertos en diversas áreas del conocimiento para presentar la primera parte del libro sobre los impactos del paso del Tren Maya en la Península de Yucatán, mismo que fue el resultado de cuatro años de investigación de más de 30 investigadores en conjunto con comunidades originarias.
El resultado fueron investigaciones amplias documentadas bajo el nombre de «Territorios mayas en el paso del Tren», donde se abordan diferentes problemáticas sociales, políticas, antropológicas, culturales y medioambientales ante la imposición del Tren Maya en la península de Yucatán.
El libro, coordinado por los investigadores Eduardo Martínez Romero, Giovanna Gasparello y Miguel Ángel Díaz Perera, señala la mercantilización de la cultura maya, los riesgos del patrimonio biocultural (selvas y territorios) y los posibles escenarios negativos de las localidades cercanas al paso del Tren.
Además de las evidencias de la deforestación de más de 217 mil hectáreas de selva desde 2018, mismas que se han exponenciado con la entrada en labores del megaproyecto, y que ha dado apertura a la entrada de empresas extractivas, como las mega granjas porcícolas y avícolas, la minería (a veces ilegal), el tráfico de especies, la especulación inmobiliaria, etc.
Ana Esther Ceceña, miembro del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica e investigadora de la UNAM, señaló que este megaproyecto no es solo el tren, sino que viene desde un plan extractivista en conjunto con el corredor interoceánico, mismo que forma un plan de industrialización de todo el sureste y que cambiará (no exactamente para bien) toda la dinámica de vida de las comunidades originarias.
Luis Zambrano investigador del Instituto de Biología de la UNAM señala que no solo es impactos para los ecosistemas, sino para toda la reserva de agua potable de la región que depende de los acuíferos subterráneos, mismos que no están contemplados en el impacto del paso del proyecto.
David Barrios, del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica señaló también que este proyecto esta justificado como una fuente de desarrollo y empleos para la región, sin embargo contempla también la retención del flujo migratorio de Centroamérica, además de que junto a la militarización y la entrada del crimen organizado, los procesos de violencia se han recrudecido, a su vez la incidencia del tráfico de personas y la trata.
En 2019, el Conacyt financió esta investigación conjunta de sobre el Tren Maya, que en diciembre de este año fue publicado comoun primer informe que llevó como título «Territorios mayas en el paso del tren: situación actual y riesgos previsibles». Sin embargo, este primer informe continuó ampliándose con la investigación independiente de decenas de expert@s en varias áreas del conocimiento, además con la participación de comunidades afectadas y organizaciones sociales.
Pese a esto, Conacyt sometió los resultados de las investigaciones a varias trabas burocráticas y al final, según denuncian los coordinadores, se negaron a publicar y a poner su aval para el libro. «No es de nadie desconocida la afinidad política de las autoridades del instituto», señaló uno de los coordinadores.
«Le tuvieron miedo a la investigación y al análisis, es una posición crítica sin que sea tendenciosa o política. Nosotros estamos analizando, con información y datos, los posibles impactos que tendrá esta mega obra» señaló Eduardo Martínez Romero, coordinador del libro.
A su vez, el Conacyt prohibió que El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), ni ninguna otra institución científica avalar la publicación del material. «Es evidente que hay componentes políticos en la ciencia, pero nuestra intención en el libro es llamar a que los errores se corrijan, que se hagan bien las cosas, y ver la manera en que podemos cambiar las lógicas actuales por lógicas más ambientales y sustentables». dijo Martínez Romero, durante la presentación del libro el día 16 de abril en Santa María la Riviera, en la casa editorial Bajo Tierra, donde finalmente la investigación vio la luz.
LAIZQUIERDADIARIO
M°1
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