Todo empezó con un proyecto cuyo objetivo principal era cartografiar digitalmente las paredes del Mammisi de Pilae. Se trata de un pequeño templo egipcio que se utilizaba para realizar partos, con un ambulatorio y otros edificios auxiliares a su alrededor.

Sin embargo, el proyecto se convirtió en algo diferente cuando los investigadores empezaron a recoger inscripciones que parecían hechas por gente corriente en las paredes. Son como grafitis, manifestaciones populares realizadas por los antiguos egipcios en los muros de la ciudad.

«Es fascinante porque hay muchas similitudes con los graffiti actuales – Nick Hedley, SFU.»

A medida que los investigadores de la Universidad Simon Fraser (SFU) aprendían más sobre los grafitis antiguos, se daban cuenta de que existían grandes similitudes con los grafitis actuales. La arquitectura icónica del antiguo Egipto fue diseñada por personas en posiciones de poder y riqueza, pero los grafitis registraban las expresiones de todos los demás.

Durante más de 2000 años, el edificio sirvió de lugar de encuentro para gentes de diferentes culturas. Hay cientos o tal vez miles de grafitis esparcidos por las paredes del lugar, algunos tallados a menos de un milímetro de profundidad en las columnas, paredes y también en el techo del templo.

El equipo cuenta actualmente con expertos en captura de realidad espacial, como el investigador Nick Hedley, que ha documentado los grafitis, su contexto arquitectónico y los espacios en los que se encontraron.

¿Cómo descubrió la investigación unos grafitis tan sutiles en unas ruinas egipcias?

Antes, los proyectos de este tipo consistían en fotografías ordinarias en dos dimensiones. En esta ocasión, el equipo utilizó métodos avanzados como la fotogrametría, la luz rasante y los escáneres láser para realizar un registro completo del templo en tres dimensiones.

«Las técnicas que estamos aplicando al proyecto cambiarán por completo la forma de estudiar el graffiti y el templo – Sabrina Higgins, SFU.»

Al crear un registro tridimensional detallado, el proyecto permite contemplar y estudiar el interior y el exterior del templo desde puntos de vista imposibles de ver de otro modo, todo ello sin comprometer en modo alguno el emplazamiento histórico.

Esta visualización tridimensional también permitirá a los investigadores comprender mejor cada grafiti, estudiando su relación con otros grafitis que lo rodean y también su ubicación en la estructura arquitectónica del templo. Esto nos enseñará mucho sobre la vida de los antiguos egipcios.

Los nuevos métodos de captura espacial podrían cambiar radicalmente la forma en que recopilamos e interpretamos los datos. En concreto, la cartografía que está explorando el equipo cambiará por completo, con toda probabilidad, el campo de la arqueología en los próximos años.

tiempo.com

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