Las autoridades mexicanas anunciaron este lunes un grupo de trabajo para fortalecer la detección de maíz genéticamente modificado en la masa y la tortilla, alimento básico en el país, en medio de una disputa con Estados Unidos que podría llevar a un panel en el acuerdo comercial de Norteamérica, T-MEC.
El grupo será instalado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en medio de una política del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para limitar el uso maíz genéticamente modificado y otros productos de biotecnología agrícola, lo que derivó en unas consultas de Estados Unidos en el T-MEC, argumentando que amenazan con interrumpir miles de millones de dólares en comercio agrícola.
“Como señala la disposición presidencial, Cofepris y Conacyt cumplen las acciones de reformar el marco legal aplicable para que el maíz genéticamente modificado no sea utilizado en consumo humano y evitar su siembra en el país. A la par de preservar el patrimonio alimentario y la riqueza biocultural de México”, se lee en un comunicado.
En el documento, las autoridades también indicaron que fortalecerán al Laboratorio Nacional de Referencia, además de que iniciaron un trabajo conjunto para la evaluación del riesgo del uso y consumo de maíz transgénico, así como al glifosato y su posible impacto a la salud.
Las consultas se solicitaron en virtud de un capítulo del tratado sobre seguridad alimentaria, que exige un enfoque basado en ciencia para las regulaciones nacionales. Estados Unidos ha dicho que la política de México no se basa en ciencia, mientras que el gobierno mexicano asegura que es consistente con el T-MEC.
A mediados de febrero, México suavizó su postura inicial de prohibir el maíz genéticamente modificado en enero del 2024 y abrió la puerta para destinarlo a consumo animal y para uso industrial de alimentos para personas.
Sin embargo, mantuvo el veto para el grano destinado a la “alimentación humana”, al que definió sólo como el maíz utilizado para la elaboración de harina con la que se fabrican las “tortillas”.
México produce principalmente maíz blanco, con el que produce las tortillas, pero tiene un déficit en maíz amarillo, el destinado a consumo de ganado y usos industriales.
Las exportaciones de maíz estadounidense a México suman alrededor de 5 mil millones de dólares, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Los datos de esta dependencia de Estados Unidos también muestran que en los últimos cinco años el 4% de todas las importaciones de México correspondieron al maíz blanco.
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