El maestro Antonio González Rodríguez disfrutaba las salidas a rodar en su bicicleta y estar en contacto con la naturaleza; Lucero Porres Hernández era reconocida por su deseo de superación, vivía para educar a su hijo.
Este lunes ambos fueron homenajeados de cuerpo presente en las instalaciones de la Escuela Primaria “Benito Juárez”. Los aplausos y el llanto se mezclaron entre pobladores, estudiantes y familiares que acudieron a dar el último adiós a quienes murieron el viernes pasado en el municipio de Naranjal, en lo que afirman las autoridades se trató de una agresión a elementos ministeriales.
En la cancha donde se celebra normalmente el homenaje a la bandera se colocaron los dos féretros, uno de ellos de color rosa y el otro blanco; ambos flanqueados por sus familiares y luego por sus amigos y representación sindical del SNTE que montaron guardia a su lado.
“Tony” como le decían sus conocidos estudió la Licenciatura en Educación en la Universidad Pedagógica Veracruzana; así como la licenciatura en derecho y logró su titulación con nota laudatoria en la Universidad Veracruzana; además, era licenciado en idiomas inglés, italiano y náhuatl por la UV.
Es recordado como un ser humano ejemplar; su hermano Felipe González Rodríguez lo recordó como su apoyo.
“Mi hermano, mi amigo, mi todoooo, hoy te me fuiste con el gran arquitecto del universo, no te fuiste solo yo me voy contigo, te llevaste todo de mi, eras mi hermano papá. Ahora quien me apoyará, quien me regañara, quien bromeara conmigo, quien jugara conmigo, solo yo conocía tu lado divertido. Hermano hoy te fuiste pero me quedo miento en vida. Naranjal está de luto por el gran ser humano que fuiste. Descansa en paz”, dijo.
Me preparaste para todo menos para esto
Sus alumnos lo recordaron como un maestro con amor genuino por la enseñanza. Ivette, su pareja, también le dedicó palabras en sus redes sociales.
“Me preparaste para todo menos para esto, mi amor hermoso me regalaste los mejores años años a tu lado con una felicidad inmensa, hoy me siento destruida sin ti, estoy sin rumbo mi pilar mi motor se me ha ido, me lo arrebataron, ni. Modo modo amor ponemos en esta vida una pausa para los proyectos que no logramos yo te esperaré en mas vidas mi amor hermoso te amooooo muchísimo gracias por tanto gracias por levantarme, por enseñarme tanto, por enseñarme a dar la mano sin mirar a quien por enseñarme a dar el. Corazon en cada acción, eres luz mi amor de esa que nunca se extingue, eres inmortal yaaa en mas de mil corazones, gracias por haber llegado a mi vida, nos vemos pronto… Tu chinita”, escribió.
Lucero siempre buscó superarse
Lucero Porres, por su parte, era madre de un niño y sus seres queridos la recuerdan como una mujer que siempre buscó superarse. Era parte activa de la comunidad y participó en el proyecto de La Escuela es Nuestra como tesorera.
Sus conocidos afirman que a sus 27 años estaba estudiando la Licenciatura en Pedagogía en la Universidad Pedagógica Veracruzana.
Las palabras de reconocimiento para ambos destacaron en medio de un ambiente de tristeza. Los alumnos acudieron con flores blancas para recordarlos. Su padre Felipe González agradeció las palabras de cariño hacia su hijo.
Durante el homenaje se entonaron canciones religiosas como “Eran cien ovejas” mientras los asistentes rendían sus aplausos y vitoreaban a los dos fallecidos.
Momentos después se celebró una misa de cuerpo presente en la iglesia de San Cristóbal en el municipio de Naranjal en donde el párroco afirmó que el día de su fallecimiento debe ser recordado como “el viernes de dolores” por la pérdida de dos familias.
AVC