Algunas partes del código fuente de Twitter, el código informático fundamental sobre el que funciona la red social, se filtraron en internet, informó la compañía en un documento legal que fue reportado en primera instancia por The New York Times.
Según el documento presentado el viernes ante el tribunal federal del Distrito Norte de California, Twitter le pidió a GitHub, un servicio de alojamiento informático, que eliminara el código donde se publicó. La plataforma cumplió y dijo que el contenido fue deshabilitado, según la presentación.
Twitter, con sede en San Francisco, señaló en el escrito ante la corte que las publicaciones infringen sus derechos de autor.
La empresa también solicitó al tribunal que identificara al presunto individuo o grupo que publicó la información sin la autorización de Twitter.
La red social está buscando nombres, direcciones, números de teléfono, direcciones de correo electrónico, datos de perfiles de redes sociales y direcciones IP asociadas con la cuenta de usuario “FreeSpeechEnthusiast” que se sospecha está detrás de la filtración.
El nombre es una aparente referencia al propietario de esta res social, el multimillonario Elon Musk, quien se describe como un absolutista de la libertad de expresión.
Es difícil saber si la filtración representa un riesgo de seguridad cibernética inmediato para los usuarios, dijo Lukasz OIejnik, consultor independiente en seguridad digital, pero dijo que la filtración subraya la turbulencia interna en la empresa.
“Si bien este es el código fuente interno, incluidas las herramientas internas, el mayor riesgo inmediato parece ser la reputación”, dijo Olejnik, quien agregó que esto “resalta el problema más amplio, las grandes empresas tecnológicas, que es el riesgo interno”, y podría socavar la confianza entre los empleados de Twitter o los equipos internos, agregó.
Musk había prometido que el 31 de marzo Twitter abriría todo el código utilizado para recomendar tuits, diciendo que la gente “descubrirá muchas cosas tontas, ¡pero solucionaremos los problemas tan pronto como se encuentren!”.
La filtración crea otro desafío para Musk, quien compró la compañía en octubre por 44 mil millones de dólares. Desde entonces, la empresa se ha visto sumido en el caos, con despidos masivos y un éxodo de anunciantes temerosos de exponerse en la plataforma a reglas más flexibles sobre publicaciones potencialmente incendiarias.
Mientras tanto, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos está investigando los despidos masivos ordenados por Musk y tratando de obtener las comunicaciones internas del jefe de Twitter como parte de la supervisión continua de las prácticas de privacidad y seguridad digital de la compañía, según documentos descritos en un informe del Congreso.
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