Luego de que dos jóvenes turistas se metieron a nadar a Playa La Bamba sin las debidas precauciones la noche de este jueves, las distintas corporaciones de rescate y policiales tuvieron que acudir en apoyo para salvarlas de morir ahogadas.

El reporte realizado al número de emergencias 911 por parte de uno de los familiares, fue el que alertó a los brigadistas para que acudieron hasta el mencionado sitio ubicado sobre el bulevar Manuel Ávila Camacho entre Juan Pablo II y Médico Militar.

Una vez ahí, elementos de protección civil municipal de Boca del Río confirmaron junto a oficiales de la policía estatal y municipal la presencia de las dos jóvenes en el interior de las aguas donde batallaban por sobrevivir.

Cómo pudieron, ambas jóvenes consiguieron nadar contracorriente y se aferraron a una piedra en las escolleras, por lo cual las mencionadas corporaciones de inmediato y dieron un plan de rápida acción para alcanzarlas y traerlas de vuelta a tierra firme.

Asimismo, técnicos en urgencias médicas y rescate en aguas rápidas de la Cruz Roja arribaron a bordo de dos ambulancias en apoyo, por lo que una vez coordinado el plan, se metieron hasta donde estaban ellas para tranquilizarlas en un primer lugar.

Con el apoyo de los elementos policiales ahí presentes, el brigadista Axel Temix de Protección Civil y Roberto Alemán de la Cruz Roja, se metieron en medio de todo el oleaje para asegurar a las dos turistas, quienes ya comenzaban a sucumbir en la desesperación.

Sin embargo, aún cuando ambos socorristas son muy jóvenes, gozan de gran experiencia e ímpetu, por lo que en ningún momento vacilaron para poder tranquilizar a las víctimas e iniciar las maniobras para regresarlas sanas y salvas a tierra firme.

Testigos señalaron que las dos agraciadas identificadas como Nancy «N» y Angélica «N» ambas de aproximadamente 25 años de edad originarias de la Ciudad de México, se metieron a nadar ya pasadas las horas recomendadas por las corporaciones de rescate dada la peligrosidad de esas aguas.

Derivado de una de las denominadas «corrientes de resaca» que son invisibles al ojo inexperto, fue que ambas fueron arrastradas mar adentro y debido a su falta de experiencia al nadar en este tipo de aguas, no supieron cómo salir del embrollo.

Para su fortuna, consiguieron aferrarse a una de las rocas en las escolleras y aún con el oleaje en su contra que les hizo que se golpearan y sugieran varios raspones en las extremidades, no se soltaron hasta que llegó la ayuda.

Los dos brigadistas las aseguraron para trasladarlas por la vía acuática hasta la orilla, pues evaluaron qué sería más viable y rápido, pero las dos turistas en su desesperación prefirieron ser subidas a las escolleras y caminar hasta tierra firme.

Luego de varios y angustiosos minutos, ambas víctimas finalmente caminaron por su propia cuenta con la ayuda de policías hasta la orilla de la playa donde ya eran esperadas por paramédicos de la Cruz Roja quienes les brindaron los primeros auxilios.

Tras confirmar que ninguna tragó agua, ni tuvieron heridas de mayor gravedad, les fue permitido retirarse por sus propios medios a una clínica junto a su familia tras recabar sus datos por parte de las autoridades ahí presentes.

AVC

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