A las 13:20 horas arribaron a esta ciudad las reliquias de San Charbel Makhlouf, monje ermitaño que desde el Líbano viene a brindar bendiciones y consuelo a la Patria; se tratan de reliquias de primero, segundo y tercer grado, las cuales fueron recibidas con mucha fe y su visita forma parte de esta peregrinación que se lleva por el país, por lo que la Diócesis de Orizaba se encuentra de fiesta al recibirlas.
Las reliquias qué consisten en: dos pequeños huesos del santo y una estola que utilizó en vida en su ermita para confesar a la gente, así como el gorro oscuro, parte de la vestimenta de los monjes maronitas y un cinturón que fue pasado en su tumba (reliquia de tercer grado), estarán expuestas para su veneración.
Fue por la tarde que una representación de fieles católicos en la que estuvo presente el párroco de catedral, Demetrio Landa González y la comunidad libanesa así como devotos, se dieron cita en la Alameda Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri para iniciar una peregrinación que se realizó sobre la Avenida Colón hasta llegar a la Calle Madero y posteriormente ingresar a la Catedral de San Miguel Arcángel en la que el padre Jonathan, quien está a cargo del recorrido emitió un mensaje a los asistentes.
«Dios nos consuela cuando ponemos frente a Él todas nuestras necesidades, pero nosotros estamos llamados a consolarnos los unos a los otros, hay tanta necesidad de consuelo humano”.
El prelado aseguró que la devoción a este santo llegó al país, por las familias que salieron del Líbano en busca de un mejor futuro y, ahora a través de la diócesis maronita se decidió peregrinar por México y habla de la comunión que existe entre la Iglesia de Oriente y de Occidente, pues San Charbel pertenece a la Iglesia de Oriente católica.
Es de mencionar que este recorrido por el país, se realiza en el marco de dos fechas significativas para los maronitas, la primera de ellas es que dentro de poco se cumplen 50 años de su canonización, que concedió el santo Papa Paulo VI y a pocos años de celebrar los 200 años de su nacimiento, el 8 de mayo de 1828, en Beqakafra, Líbano; un pueblo pequeño pero grande en su fe.
De acuerdo al itinerario, también habrá una catequesis sobre la vida del monje maronita, mientras que el martes por la mañana habrá un encuentro con la comunidad libanesa, Hora Santa y finalmente una misa en Rito Maronita además de la unción de enfermos al medio día, antes de reanudar su peregrinar por otras ciudades.
AVC
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