La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) vinculó a proceso a cuatro militares por la presunta ejecución extrajudicial de cinco jóvenes y heridas de gravedad a otra persona, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

De acuerdo con La Jornada, los involucrados eran los encargados de la artillería del vehículo que interceptó al automóvil civil de las víctimas.

El procesamiento de los militares es independiente de las responsabilidades de las que se hagan acreedores tras los resultados que arrojen las investigaciones de las autoridades civiles.

El Código de Justicia Militar estipula en el capítulo 3 de Desobediencia, artículo 301, que “comete el delito de desobediencia el que no ejecuta o respeta una orden del superior, la modifica de propia autoridad o se extralimita al ejecutarla. Lo anterior se entiende salvo el caso de la necesidad impuesta al inferior, para proceder como fuere conveniente, por circunstancias imprevistas que
puedan constituir un peligro justificado, para la fuerza de que dependa o que tuviese a sus órdenes”.

La desobediencia se puede cometer tanto dentro como fuera del servicio.

Además, la desobediencia fuera de actos de servicio se castigará con la pena de nueve meses de prisión. Mientras que en actos de servicio, se castigará con un año de prisión, excepto:

  1. Cuando ocasione un mal grave que se castigará con dos años de prisión.
  2. Cuando fuere cometida en campaña, que se castigará con cinco años de prisión, y si resultare perjuicio a las operaciones militares, con 10 años de prisión.
  3. Cuando se efectúe frente al enemigo, marchando a encontrarlo, esperándolo a la defensiva, persiguiéndolo o durante la retirada, se impondrá pena de treinta a sesenta años de prisión.

El ataque a los jóvenes y la respuesta de la Sedena

El pasado 28 de febrero, la Sedena justificó el actuar de sus elementos en los hechos ocurridos el 26 de febrero.

En un comunicado, la dependencia indicó que “aproximadamente a las 4:50 am del domingo 26 de febrero de 2023, el personal militar de una Base de Operaciones desplegado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, realizaba reconocimientos en el área urbana de ese municipio, en apoyo a la estructura de seguridad pública”.

Entonces “oyeron disparos de armas de fuego, poniéndose en alerta, avanzando a la dirección donde se escucharon; posteriormente, visualizaron un vehículo tipo pick up con siete individuos a bordo, quienes se trasladaban a exceso de velocidad con las luces apagadas y sin placas, cuyos integrantes, al observar la presencia de las tropas, aceleraron velocidad de manera intempestiva y evasiva, deteniendo su marcha al impactarse después con un vehículo que estaba estacionado“.

“De esta situación, al escuchar un estruendo, el personal militar accionó sus armas de fuego; suceso que actualmente diversas autoridades se encuentran investigando para determinar la veracidad de los hechos”, indicó la secretaría.

Diversas organizaciones se pronunciaron en contra de los hechos luego de que el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Tamaulipas, denunció que elementos del Ejército mexicano ejecutaron extrajudicialmente a cinco jóvenes e hirieron a otro de gravedad en la colonia Manuel Cavazos Lerma de esa ciudad, lo que derivó en que civiles encararan a los uniformados, quienes dejaron abriéndose paso con una balacera.

Los jóvenes fueron identificados como Gustavo Pérez Beriles, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Gustavo Ángel Suárez Castillo, de origen estadounidense, y Alejandro Trujillo Rocha. Mientras que otro de nombre Luis Gerardo se encuentra grave en un hospital privado con al menos dos impactos de bala en su cuerpo, de acuerdo con la organización que ya ha representado a otras víctimas de violencia por parte de elementos de seguridad federales.

El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo aseguró que la camioneta en la que se trasladaban los jóvenes recibió más de veinte disparos cuando se encontraba en el crucero de Huasteca y Méndez.

Además, afirmó que testigos aseguraron que luego de que los militares dispararon en varias ocasiones hacia el vehículo, al menos dos jóvenes fueron ultimados con disparos en la nuca mientras estaban en el suelo.

“En Nuevo Laredo los militares están fuera de control, no respetan las órdenes de su comandante supremo de no matar heridos, no masacrar y respetar los Derechos Humanos de las personas”, señaló el Comité de Derechos Humanos.

Por estos hechos, dijo, habitantes y familiares de los jóvenes enfrentaron a golpes al personal militar, ya que aseguraron que no estaban armados ni había motivo para que los privaran de la vida.

Este hecho se perpetró en medio de las crecientes políticas de militarización del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha asignado a las Fuerzas Armadas tareas de seguridad pública.

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