Un incendio en una de las plantas del complejo de refinación Minatitlán, ocurrido la semana pasada, ha atraído de nueva cuenta los reflectores a la seguridad de las operaciones de la estatal Pemex. La petrolera ha dado un último reporte, apenas ayer lunes, en el que habla del deceso de tres de sus trabajadores.
El suceso se encuentra lejos de ser solo un hecho aislado: los números de la petrolera, contenidos en su reporte anual, indican una tendencia de aumento en la gravedad y frecuencia de los accidentes en las instalaciones de la compañía, que coincide con el inicio y desarrollo de la gestión del actual gobierno federal.
La estatal utiliza dos variables para medir la seguridad industrial de sus instalaciones: el índice de frecuencia y el índice de gravedad de accidentes. El primero alcanzó, durante el año pasado, un puntaje de 0.49 accidentes incapacitantes por millón de horas hombre de exposición al riesgo, el segundo un índice de 29 días perdidos por millón de horas hombre de exposición al riesgo.
Ambas cifras dadas por la compañía, que funcionan como parte de sus resultados técnicos a inversionistas, indican un retroceso significativo en la seguridad industrial de sus instalaciones. El primer indicador registró su cifra más alta desde 2013; en el segundo se reporta algo similar, pero desde 2015. En ambos índices la petrolera había logrado sumar al menos seis años con resultados a la baja antes de 2019, el primer año completo en que la actual administración tomó el mando de la compañía.
Los números contenidos en los reportes de la estatal dan cuenta que la frecuencia y gravedad de los accidentes han aumentado a la par del avance del sexenio morenista. Ambos indicadores, según los datos de la compañía, reportaron sus mejores resultados durante 2020, que coincide con una baja en la utilización de la infraestructura de la petrolera, debido a la baja en la demanda de combustibles. Pero a partir de ahí los números han crecido de manera exponencial.
La estatal se ha puesto metas ambiciosas en cuanto a seguridad industrial, que no ha podido cumplir. En su reporte de sustentabilidad del año pasado señala que hacia 2022 el objetivo en cuanto esto era lograr un índice de frecuencia de 0.22 y un índice de gravedad de 12 días pérdidas por millón de horas hombre. En ambos casos ha más que duplicado el resultado esperado.
Pemex no señala en su reporte anual cuáles son los accidentes que la han llevado a reportar estos resultados, pero en el documento dice que, al menos en 2022, el mayor número de accidentes se registró en su subsidiaria Pemex Transformación Industrial –su filial que agrupa al negocio de refinación– y en Pemex Logística –que tiene a su cargo el negocio de transportación de combustibles–. En la primera la estatal sumó 58 trabajadores lesionados, en la segunda 36.
Los documentos de la petrolera también dan cuenta de un aumento en el número de trabajadores lesionados: la compañía omite dar las cifras completas, pero dice en sus reportes que al menos durante el año pasado 150 de sus empleados sufrieron lesiones, un año antes esta cifra fue de 94. En su reporte de sustentabilidad de 2021 –el más reciente publicado por la empresa–, Pemex da cuenta de que la refinería Madero, en Tamaulipas, es la que más accidentes reporta, seguido del complejo petroquímico Cosoleacaque, y las refinerías Minatitlán y Tula.
Una base de datos en poder de Expansión, conformada por bitácoras de la compañía obtenidas vía transparencia, indica que de diciembre de 2018 a mayo de 2021 se habían registrado 185 accidentes en las instalaciones de Pemex entre fugas, incendios y explosiones. La cifra de accidentes, que engloba poco menos de la primera parte del sexenio morenista, ya rebasa en 46% el número de eventualidades registradas en todo el sexenio del priísta Peña Nieto.
Expansión Política
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