Ahmed Qurei, histórico líder del partido nacionalista Fatah que fue primer ministro y uno de los negociadores palestinos clave para los acuerdos de paz de Oslo con Israel, murió ayer a los 85 años y su funeral se celebró hoy en una ceremonia oficial encabezada por el presidente palestino, Mahmud Abbas.

No se detallaron las causas de su muerte, aunque se sabe que el antiguo mandatario palestino padecía desde hace tiempo de una afección cardiaca, según concretaron medios locales.

Qurei, conocido también como Abu Ala, nació Abu Dis -en el actual Jerusalén Este ocupado- en 1937, se afilió a Fatah en 1968 y fue un estrecho colaborador del difunto líder y presidente palestino, Yaser Arafat.

Ocupó altos cargos durante décadas y su carrera está ligada a la trayectoria propia del liderazgo palestino tanto antes como después de la creación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en los 90.

Entre otros puestos, Qurei formó parte del Comité Central de Fatah -partido que hoy gobierna en zonas reducidas de Cisjordania a través de la ANP- y fue miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dos organismos clave del que hasta hoy es el aparato de poder palestino creado tras los Acuerdos de Oslo (1993-1995).

Presidió el Consejo Legislativo Palestino -órgano parlamentario de la ANP ahora inactivo- entre 1996 y 2003, y entre 2003 y 2006 ejerció como en primer ministro palestino.

Después de tres años dejó el cargo cuando el grupo islamista Hamás triunfó en los comicios parlamentarios, primera muestra de la pérdida progresiva de influencia del oficialista Fatah, que hasta entonces había tenido el control casi total de las instituciones de autogobierno palestinas.

Qurei también jugó un papel clave en las conversaciones para la firma de los Acuerdos de Oslo con Israel. Fue uno de los líderes de la delegación palestina que negoció la creación de una entidad palestina con gobierno propio y articuló los pactos de cooperación con Israel que llevaron al establecimiento de la ANP.

Más adelante, formó también parte de los equipos negociadores palestinos que abordaron el proceso de paz con el Estado judío, y durante su carrera se reunió y tuvo contacto directo con muchos líderes israelíes, incluyendo a Isaac Rabin, Ariel Sharon, Shimon Peres, Ehud Olmert o el propio Benjamín Netanyahu.

Por su influencia, en el pasado se le consideró un posible sucesor del presidente palestino, Mahmud Abbas, de 87 años, que ostenta el poder desde 2005 y forma parte de una misma generación de viejos líderes palestinos de los que con los años cada vez quedan menos.

Qurei fue señalado por corrupción durante sus años en el poder, una acusación común a otros miembros de la clase política que aún mantiene altos cargos de la ANP.

Este órgano -que no celebra comicios desde hace más de 15 años y perdió el control de Gaza por la toma de poder de Hamás sobre la Franja en 2007- es cada vez más impopular entre los propios palestinos.

Muchos lo ven como un organismo corrupto, autoritario, poco transparente y controlado por una generación de líderes sin contacto con la población a pie de calle, de la que personajes como Abbas o el ya difunto Qurei son paradigma.

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