La colitis es una enfermedad inflamatoria del colon, que es la parte más larga del intestino grueso. Entre los síntomas de este padecimiento están el malestar estomacal y, en caso de no ser tratada adecuadamente, náuseas, vómito, dolor de cabeza ,flatulencias, sangrado y pérdida de peso.
En México crecen dos plantas que cuentan con propiedades contra la colitis. Se trata de los árboles cuachalalate (Amphipterygium adstringens) y la chupandilla (Cyrtocarpa procera), cuyo consumo ancestral para tratar problemas estomacales comenzó en el valle de Tehuacán-Cuicatlán, localizado en la frontera de Puebla y Oaxaca.
La corteza del cuacha late y la chupandilla forman parte de los ingredientes utilizados por la medicina ancestral. Pero han sido estudios recientes los que han comprobado el efecto regenerativo que tienen sobre el intestino, entre ellos uno a cargo de especialistas de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el estudio realizado por el doctor Marco Aurelio Rodríguez Monroy, en colaboración con la doctora Margarita Canales Martínez, se demostró experimentalmente que la corteza de estos árboles sanan heridas intestinales, según el artículo Cuachalalate y la chupandilla: contra la colitis del sitio web UNAM Global.
El especialista realizó un prueba experimental en ratones con colitis semejante a la padecida por seres humanos. Tras consumir extractos de cuachalalate y chupandilla, los síntomas de la enfermedad disminuyeron debido a que el área intestinal dañada se regeneró.
La regeneración del intestino se podría deber a uno de sus compuestos químicos: los flavonoides. Estas moléculas tienen propiedades antimicrobianas, antioxidantes, antiinflamatorias y analgésicas.
El modo más común de consumir cuachalalate y chupandilla es en infusión (té) para lo cual se deben añadir máximo 20 gramos por cada litro de agua, la cual se debe dejar hervir al menos diez minutos.
Lo recomendable es ingerir el té inmediatamente después de su preparación, ya que el dejarlo en reposo puede provocar fermentación. Además, se recomienda que niños, mujeres embarazadas y en periodo de lactancia no lo ingieran sin supervisión médica.
Los posibles efectos del cuachalalate y la chupandilla contra el cáncer
Las investigaciones de los especialistas de Fes Aragón apuntan a que las propiedades del cuachalalate y la chupandilla podrían ser útiles en el combate contra el cáncer de colon.
Pruebas experimentales en ratones demostraron que estas plantas disminuyen la carga tumoral y el tamaño de los tumores hasta en un 70 por ciento. Si bien aún no es posible afirmar que cuentan con propiedades anticancerígenas, se han convertido en prometedores objetos de estudio.
En el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) también se han llevado a cabo estudios para analizar el potencial del cuachalalate contra el cáncer. En 2019 la investigadora Libia Vega Loyo informó que el ácido anacárdico contenido en esta planta demostró estimular el sistema inmunológico y producir la muerte de las células tumorales sin afectar a las sanas.
La investigación de la Cinvestav se centró en modelos in vivo, con cáncer de mama e in vitro en líneas celulares de leucemia. Los resultados se publicaron en el artículo Toxicology and Applied Pharmacology.
En el artículo se resaltó al cuachalalate como un potencial tratamiento particularmente para tratar el cáncer de mama, ya que no es tóxico a diferencia de fármacos antineoplásicos como el taxol, que afecta gravemente al sistema inmunológico y vuelve a los pacientes susceptibles de contraer infecciones.
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