Los quolls del norte machos están dejando de dormir para tener más relaciones sexuales. Pero este cansancio puede ocasionarles la muerte, y es una especie en peligro de extinción
Los quolls del norte machos están en peligro de extinción. Estos pequeños marsupiales carnívoros del tamaño de un gato pequeño se aparea, literalmente, hasta morir. Así lo confirma un estudio de la Universidad Sunshine Coast y la de Queensland, en Australia, que ha desvelado los factores que llevan a la muerte a los especímenes masculinos.
Lo curioso de esta especie es que, mientras los machos quoll del norte viven solo una temporada (hasta que se aparean), las hembras pueden vivir y reproducirse hasta cuatro años. Esto llevó a los científicos a preguntarse por qué ocurría.
El caso es que los quolls del norte machos invierten su energía en la semelparidad, una estrategia reproductiva centrada en aparearse al máximo en una temporada. Y la falta de sueño por tener más relaciones sexuales podría estar matándolos, según afirma la Universidad Sunshine Coast, USC.
«Recorren grandes distancias para aparearse con la mayor frecuencia posible y parece que su impulso es tan fuerte que renuncian a dormir para pasar más tiempo buscando hembras», explica uno de los autores del estudio, el doctor Christofer Clemente.
Investigar el comportamiento de los quolls
Para conocer a fondo el comportamiento de los quolls del norte, los científicos equiparon a varios ejemplares (machos y hembras) con mochilas rastreadoras. Después se midió la actividad, velocidad, y distancia recorrida de cada ejemplar para observar las diferencias entre ambos sexos.
En general, los machos pasaban menos tiempo durmiendo que las hembras. Además, caminaron más y viajaron distancias más largas. Tampoco estaban pendientes de buscar comida y alimentarse, ni evitando a los depredadores o acicalándose.
¿Puede el sueño matar a los quolls?
A raíz del estudio, los investigadores han observado que durante la temporada de apareamiento los quolls macho pierden peso, se vuelven agresivos y son imprudentes a la hora de sobrevivir. Además, también descuidan su apariencia y dejan de acicalarse, por lo que aumenta su número de parásitos.
«La privación del sueño y los síntomas asociados durante un período prolongado harían imposible la recuperación y podrían explicar las causas de muerte registradas en los machos después de la temporada de reproducción», señala otro autor del estudio, Joshua Gaschk.
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