El pasado sábado, los rescatistas han liberado a un bebé de dos meses, 128 horas después de los temblores.

El bebé fue rescatado de un edificio que se había derrumbado por los temblores en la provincia de Hatay. No es el único rescate que se ha producido en las últimas horas pese a que las posibilidades de encontrar a más supervivientes se desvanecen.

En la ciudad de Nurdag, en la provincia de Gaziantep, los equipos de salvamento lograron rescatar con vida a los cinco miembros de una familia que habían pasado 129 horas sepultados por las ruinas. Los especialistas rescataron primero a la madre y a una de las hijas y después localizaron al padre, que insistió en que liberasen primero a otras dos hijas atrapadas cerca.

De acuerdo con el último balance oficial de este sábado proporcionado por el ministro de Sanidad turco, Fahrettin Koca, al menos 22.327 personas han muerto solo en Turquía, donde la cifra de heridos es de 80.278 personas. En la vecina Siria se tiene constancia de 3.553 fallecidos y 5.276 heridos, para sumar un total de 25.880 decesos.

En la sexta jornada desde los terremotos, los servicios de emergencia continúan buscando personas vivas que rescatar, una tarea que se hace más difícil conforme cada hora que pasa, puesto que el tiempo estándar que un ser humano puede permanecer sin la ingesta de agua o comida en desastres como este es de 72 horas. Ya han pasado 132 horas y las bajas temperaturas hacen que sea aún más difícil la supervivencia.

Sin embargo, países como Alemania y Austria han anunciado la suspensión de las labores de rescate en la provincia turca de Hatay, la más afectada por los terremotos, debido a un incremento de las amenazas a la seguridad de sus integrantes, bien por la creciente tensión de la población local ante la lenta llegada de ayuda o por enfrentamientos esporádicos entre grupos armados.

 

M°1

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