Integrantes de la organización ambientalista «Regalemos un Paraizoo, AC», clausuraron de manera simbólica las obras en el Centro de Ecotecnias que realiza el Ayuntamiento de Xalapa en la colonia Margarita Maza de Juárez.

Lo anterior pues acusaron que pese a una suspensión provisional otorgada por un juez a quienes solicitaron un amparo contra la obra, las autoridades desacataron la orden y siguen trabajando en la zona.

“La obra continúa con el visto bueno de cada una de las áreas del Ayuntamiento que debieron asegurar el total apego a la normativa, una obra en un terreno donde ninguna de las autoridades tiene las escrituras, un lugar que los ferrocarrileros destinaron para conservar”, advirtieron.

Hay que recordar que la obra es ejecutada por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), y ambientalistas han señalado que se ha generado un daño ecológico en la zona.

“Actualmente la obra tuvo una suspensión provisional otorgada por un juez, misma que fue desacatada por ambas autoridades demostrando de esta forma que la prioridad de esta obra es otra”, señalaron tras la clausura.

Afirmaron que se trata de un centro de ecotecnias que desde sus inicios carecía de un Manifiesto de Impacto Ambiental y aun así ninguna autoridad en materia hizo caso a las denuncias de los colonos.

También criticaron que las autoridades dicen que «solo es un área verde urbana» demostrando así que la conservación no es su prioridad, mucho menos las ecotecnias ni la sustentabilidad.

Por ello, insistieron en que la constructora incumplió con el reglamento y dañó este espacio vecino a un área natura protegida y que lo hizo con el apoyo de SEDATU y Ayuntamiento de Xalapa.

Hay que recordar que en noviembre pasado, un grupo de ambientalistas lograron que un juez federal otorgara la suspensión provisional de la obra.

Esto pues los ambientalistas acusaron que la obra incumple con los reglamentos como evitar el uso de maquinaria pesada para no dañar el ambiente en la zona.

AVC/Perla Sandoval

Conéctate con Formato7:

APUNTES | Las empresas fantasmas